ESdiario

Gustavo, el chófer de Teresa Campos muestra cobardía o miedo ante el clan Campos

Quien le conoce está indignado con la entrevista de este domingo. Contó poco. Mal. Y salvando a la que ahora es la protagonista absoluta. Él sabe que miente. Y sin necesidad de polígrafo.

Gustavo Guillermo en el "Fiesta" de Telecinco.

Publicado por

Creado:

Actualizado:

El hombre que durante 33 años estuvo al lado de la comunicadora malagueña no cuenta la verdad. O narra una mentira a medias. Enseña la patita pero no cuenta lo que sabe y piensa de las hijas de y de sus tres nietos. Así lo demostró este domingo en el programa Fiesta. Fue un querer y no poder. Informaciones vertidas por su boca que se alejan mucho de lo que realmente piensa. Incoherencia. No habla desde hace mucho tiempo con las hermanas Campos y a la vez la semana pasada puedo hablar de la situación actual con Carmen Borrego. Dos versiones distintas.

Gustavo Guillermo está enfadado con las hijas de su jefa porque lo han apartado como a un chucho abandonado en una gasolinera pero no se atreve a contar la verdad. Es una mezcla entre cobardía y miedo. Quizás prime en esta historia la máxima “perro no come perro”. Quien conoce lo que piensa realmente el chófer asegura a ESdiario que ha mantenido siempre mejor relación con Terelu Campos que con Carmen. A mucha diferencia. Otra cosa es que la que está ahora en candelero o candelabro la que un día fue directora de televisión. Y le interese el juego de permanecer.

Gustavo se ha entendido con Terelu y con ella departía los intereses económicos de Teresa Campos. Carmen, en ocasiones, era un potro desbocado.

Este domingo en el programa que presenta Emma García los sábados y domingo en Telecinco, el chófer arremetió contra y a favor de su madre. Lo hizo con la boca pequeña.

Gustavo Guillermo sabe lo que pasó con Francisco Almoguera, primer marido de Carmen Borrego

Guillermo conoce a la perfección cómo fue el divorcio de la hija de Teresa Campos de su marido Francisco Almoguera. Y qué sucedió aquellos días de muchos abogados y cantidades grandes de dinero para conseguir la custodia de su dos hijos. De la hucha de la presentadora fallecida. Quien conoce a Gustavo está indignado con la entrevista de este domingo. Contó poco. Mal. Y salvando a la que ahora es la protagonista absoluta. Él sabe que miente. Y sin necesidad de Conchita la Poligrafista.

No contento con no contar la verdad, metió la pata. Eso de momento lo mantendremos al margen. Perro no como perro, de nuevo y por otras razones. El que ha sido el tercer hijo de María Teresa (y muchas veces el primero) sabe el desinterés que mostraron los nietos de Campos durante la enfermedad de la matriarca.

También puede contar las largas ausencias de las hijas de la periodista en su casa cuando estaba hundida. Y fue él quien se iba a acompañarla y entrever largas tardes de silencios y ausencias. Puede hacer la semblanza perfecta de un Clan. También podría contar quien se beneficio cuando su jefa compró la casa de Molino de la Hoz (Madrid) y quienes fueron comisionistas. Entre diseñadores y familia deambuló el juego. Ahora Gustavo mantiene un perfil muy débil. Sin interés. No puede seguir siendo telonero de este culebrón.

tracking