El "buenismo" de los Supervivientes deja al descubierto el secreto de Telecinco
Por si alguien tenía alguna duda de lo que funciona y de lo que uno en un reality de Mediaset el último Tierra de Nadie lo demostró negro sobre blanco y con números en la mano...
Gala buenista la de este martes en Tierra de Nadie de Supervivientes en la que los concursantes que quedan en la isla lejos de mostrar conflictos y broncas optaron por el compañerismo en detrimento de su regocijo personal... y el programa de Telecinco, si bien logró liderar el prime time, bajó bastante sus cifras desde que comenzó la edición.
Así, el programa que presenta Carlos Sobera registró un 15.1% de share y 1.142.000 espectadores (sus datos más bajos combinados desde que comenzó la temporada) y Antena 3 le recortó terreno con Hermanos y un 12.9% y 1.162.000, más espectadores que Telecinco y el mayor número desde hace más de un mes.
Todo en una jornada en la que Playa Condena se enfrentó a una dinámica nueva en la que los concursantes tendrían que aceptar una penitencia con tal de ganar una recompensa muy querida. Uno a uno, acudieron apara escoger un color y descubrir a qué retos podrían enfrentarse y qué podrían ganar a cambio pero, lo que no sabían, es que se les daría a elegir una recompensa individual, que consistía en su posesión más querida, o una grupal que podrían compartir con sus compañeros.
Miri aceptaba su penitencia (ser mayordomo de Playa Olimpo) y se le presentaban dos opciones: su tarro de pintalabios favorito o cuatro latas de comida para todo el grupo. Reconocía que el pintalabios es más que un cosmético para ella, pues significa mucho más, pero, emocionada, asumía lo importante que era su decisión y renunciaba a ello para conseguir que sus compañeros pudieran tener más alimentos.
Ángel Cristo renuncia a hablar con su pareja en beneficio del grupo
El siguiente en participar era que se enfrentaba a una decisión mucho más emotiva. En su caso, aceptaba vivir atado a Blanca y tenía que elegir entre disfrutar de tortitas y café durante cinco días para el grupo o una llamada de Ana, su pareja. El hijo de emocionado, renunciaba a hablar con una de las personas más importantes de su vida por el bien de Playa Condena. Llorando, aprovechaba para mandarle un mensaje: "Estoy muy preocupado, porque yo no sé lo que está pasando allí y aquí piensas mucho tiempo, estás muchas horas por las noches, se hacen muy largas y estoy pasándolo mal en ese sentido porque quiero, me gustaría poder hablar con ella y quedarme tranquilo en muchos aspectos, pero espero que lo entiendas".
Gorka aceptaba enseguida su reto: pescar cinco peces a lo largo de un día. Antes de descubrir las recompensas, pedían a Javier Ungría que mirara para otro lado para no influenciar a su compañero en su decisión. ¿Por qué? Pues porque tendría que elegir entre un plato de pollo asado con patatas fritas o la manta de la hija de Javier. Gorka no podía evitar emocionarse al hablar de la buena relación que tiene con su compañero, del gran apoyo que es para él y por eso, no dudaba en escoger la manta de su hija. El que fuera pareja de Elena Tablada, corría a abrazar a su compañero, agradeciéndole el gesto.
Blanca aceptaba vivir un día a ciegas como penitencia, renunciando a un par de almohadas para el grupo para poder llevarse una foto de su familia en la que salía junto a sus hijos y su marido. Lo tenía claro recordando su relación con ellos: "Son mi familia, mi amor, mis amores, y mi vida entera". Marieta aceptaba vivir un día en taparrabos y renunciaba a su ropa interior para conseguir unas gafas de buceo para su grupo.
El último concursante en jugar era Javier Ungría, quien ya se mostraba más sereno. Renunciaba a su ración de comida durante un día y escogía entre su saco, que se lo dejó en la otra playa, y conseguir fuego para la playa. Reconociendo que por las noches duerme mojado por la lluvia y que "ojalá pudiese hacerle un pollo a Gorka con el fuego" dejaba claro que lo más importante era el fuego, algo que sus compañeros celebraban con alegría.