Carmen Borrego regresa a Sálvame y ahora lo tiene más fácil que con Jorge Javier
La hija menor de María Teresa Campos ha regresado al programa que la encumbró. De allí se iba y volvía. Entonces había más peajes. No se hacía lo que ella decidía y cambiaba escaletas...
La hija menor de lo ha vuelto a hacer. Y ha sido este lunes en le programa donde colabora y dirige en Telecinco. La dirección de derecho es otra, otro u “otre”. En este formato cabe todo. Hasta la pleitesía. Y hasta el baboseo a excepción de Antonio Montero. El vespertino que presenta César Muñoz habla de actualidad. De la del corazón. Es lo que toca. No hay más. La hermana deno quiere seguir escuchando. En un momento decide llorar y también salir del plató. Al mismo tiempo. Así es la vida. La mujer que en una entrevista imputó la posibilidad de que el ictus de su madre Teresa Campos fuese producido por la participación del cómico chileno en el programa Supervivientes, ahora no quiere enfrentarse a las declaraciones del novio de su madre en el programa De Viernes.
Carmen Borrego tiene cogido el punto al programa. Se ha levantado. Ha llorado y se ha cambiado el tema. Lo mejor de todo ha sido el regreso. Vuelve al plató sin haber cambiado su rímel en el lugar de los ojos. Ya ha cambiado el tema el programa. La compañera de César Muñoz, Sandra Barneda, da una lección de moral. No se puede tocar la memoria de un difunto. Y su programa lleva 20 minutos hablando del tema. En esos momentos cuanto se añora a con todos sus defectos. Honradez televisiva de entretenimiento la tuvo. Y sin dobles morales. Ni viceversa. Programas donde se habla lo que se puede hacer y se hace. Tela.
Borrego regresa al plató. Y ahora toca el hijo de Bárbara Rey. Y comienza la hermana de Terelu Campos con el tema hablando de un tercero. Lo suyo ya no se toca. Quizás hasta el miércoles. Quizás haya exclusiva. Quizás haya derecho de defensa. Entonces dirá la mujer que vendió hasta su operación de papada en una revista. Con vendas por su cara. Y otras muchas cosas más.
El nuevo Sálvame de Carmen Borrego ya no es lo que era
Carmen ha regresado a Sálvame. El programa que la encumbró. De allí se iba y regresaba. Entonces había más peajes. No se hacía lo que ella decidía y cambiaba escaletas organizadas desde las diez de la mañana por un equipo que no percibe lo que hace la marquesa de Cuarzo, su productora.
Hace bien el juego. Y ahora les tiene pillado el punto. Pobres otros. Ella se ríe de todos ellos. La tita de Alejandra Rubio ahora no quiere hablar de Edmundo. Faltan muchos por hablar. Y los muchos coinciden en su versión.
Arrocet es el mismo al que ella defendía en 2017 cuando algunos periodistas contaban la verdad. Ella se enfrentó. Y se iba del plató. Lo mismo pero por temas inversos. Ahora es en su programa. Entonces, la hija de Teresa Campos aseguraba que era la prensa la que mentía. El tiempo ha contado la verdad. El chistoso del Un, dos, tres... responda otra vez puede ser un superviviente pero cuenta su verdad. Y es al 90% la verdad.
Por eso ella no va a demandar. La demanda supone un peaje. Y eso ella no está dispuesta a hacerlo. Este lunes ESdiario le ha dado una idea. Quizás su sobrina Alejandra Rubio le aconseje qué hacer en tema judiciales. Puede que la hija de Terelu Campos y el empresario de las gafas le aconseje porque estuvo tres días en un aula de una facultad de Derecho. Docta alumna. Será la que mejor le pueda aconsejar.
Carmen Borrego contestará en una exclusiva en su revista de cabecera. Los siguientes días amenazará con el dedo al estilo dictatorial. Los focos a mi persona. Cuando no lo pueda controlar, volverá a hacer que llora y se irá del plató. En actitud llorosa. Pasear por la calle de La Llorería. Ya lo hizo antes. Regresa a Sálvame A su modus operandi. Ahora lo tiene más fácil. No están directores de verdadero entretenimiento aún muy malvados.