El rotundo "no" de María Patiño condiciona el regreso del nuevo Sálvame
En poco más de un mes, el próximo 23 de junio, se cumplirá el primer aniversario de una de las decisiones más controvertidas de la televisión: la cancelación de Sálvame.
Después de haber sido durante 14 años uno de los programas estrella de Mediaset y de los mayores líderes de audiencia de nuestro país, la cadena de Fuencarral ponía punto y final a su emisión y meses después al contrato con su productora, La Fábrica de la Tele, y con sus famosos colaboradores.
Belén Esteban, Kiko Matamoros, Lydia Lozano o Kiko Hernández se veían obligados a empezar de cero, muchos sin tener previsión de poder volver a pisar cualquiera de los platós relacionados con el grupo. De hecho, algunos de ellos están incluso vetados durante meses, mientras otros hacían las américas bajo el beneplácito de Netflix.
Patiño, siempre protagonista
Este amargo final sirvió para que los colaboradores pudieran reinventarse con la emisión de la docu reality en Netflix “Sálvese quien pueda” o con el programa diario a modo de tertulia “Ni que fuéramos Sálvame” que estrenará el próximo miércoles día 15 de mayo el Canal Quickie, como de manera individual en otros medios y formatos.
Al menos este es el caso de María Patiño, una de las caras más conocidas del mundo Mediaset. Y es que la que fuera presentadora de Sálvame y más tarde de Socialité, ha confesado en una entrevista haber rechazado una insólita oferta de trabajo que recibió por parte del programa ¡De viernes! que presentan Santi Acosta y Bea Archidona. “A mí me llamaron para entrevistarme. Y, bueno, la verdad es que dije que no, di las gracias, pero no me apeteció, porque no tenía tampoco nada que contar”, revelaba Patiño en la entrevista.
Algo que propició su vuelta a los platós y que ahora afronta de forma distinta: "Fíjate que llevamos mucho en la tele, y lo que me fascina es que estamos todos con ilusión, y mira que hemos hecho programas con muchísima audiencia, son todos ellos muy conocidos, pero tienen un espíritu que a mí me gusta y con el que yo me identifico, que es el espíritu de obrero. Yo leo lo que se publica y se ha dicho como que bajamos un escalón con esto. Pero no. Yo sentiré que bajo un escalón cuando haga algo que fracase, con independencia de que sea grande o pequeño.