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El día que Alejandra Rubio eliminó a 2 periodistas de su programa: Gema Fernández y Antonio Montero

A la sobrina de Carmen Borrego no le interesaba tener frente a frente a periodistas de verdad y que muestran su objetividad cuando observan la realidad que están viviendo. Lo que ella reclama son palmeros.

Alejandra Rubio en su programa "Así es la Vida".FOTO: MEDIASET

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A la hija de Terelu Campos no le bastó quitarse de en medio en el programa de este martes a los dos únicos periodistas de raza que conforman la plantilla de colaboradores, Antonio Montero y Gema Fernández sino que también desafió a los presentadores. E intentó chulear a Antonio Sánchez Casado. Lo demás era atrezzo puro. 

Alejandra Rubio regresaba al programa después de la entrevista de su novio Carlo Costanzia el pasado fin de semana en el programa De Viernes. Prepotente, altiva, maleducada y con mucha dosis de soberbia. A borbotones. Es más que previsible que a la sobrina de Carmen Borrego no le interesaba tener frente a frente a periodistas de verdad y que muestran su objetividad cuando observan la realidad que están viviendo. Lo que ella reclama son palmeros. De este carro se han ido cayendo a lo largo del año alguno, el caso de Antonio Sánchez Casado. Normal. No era lo del principio. Y se veía venir. 

A doña Alejandra le resulta más cómodo y apetecible rodearse de algodones de azúcar y mujeres que hablan de hormonas por sentir protagonismo. Véase Carmen Alcayde o Raquel Arias. Es curiosa la ausencia de Fernández en el programa de este martes cuando es una habitual de la tarde. Cáspita. En el momento que ha comentado la realidad como es, sin tiritas ni paños de agua caliente, la tita o la sobrina habrán hablado con dirección para mostrar su malestar. Caso similar al de Montero. Allí los periodistas sobran.

El culebrón de Alejandra Rubio no supera los dos dígitos de audiencia

El siguiente será Sánchez Casado quien lleva unos días cansado de rendir pleitesía a la "pobre niña rica". Un director de verdad de cualquier programa no consentiría que una recién llegada a la televisión y sin formación alguna diga "las preguntas de mierda de este programa". El magacín que presenta César Muñoz se va el 26 de julio haciendo historia. Un niña los ha chuleado en todos los sentidos y la audiencia de este martes no llegó al 9% de share. Un 8,7. Esto es historia del tiempo presente. Historia de la humillación. Un 8,7 es un mierda con “balcones a la calle”.

Los esfuerzos de César Muñoz fueron en vano

El presentador César Muñoz también se tuvo que sentir vilipendiado por las intervenciones de su colaboradora. La actitud de Alejandra Rubio no la ejecutó Belén Esteban en sus principios aún consiguiendo la de Paracuellos un 22% de audiencia. La diferencia es sobresaliente. El joven presentador hizo su trabajo. Lo intentó, se esforzó y no pudo. La pobre niña rica estaba muy subidita de tono. Arrogante es poco e insuficiente. El presentador que un día despedía con un besito al aire a un compañero periodista en plan de gracia barata este martes se tuvo que tragar a la colaboradora que aquel día defendía en detrimento de un compañero. Ese compañero hoy lo apoya desde ESdiario. La vida es demasiado caprichosa.

La futura mamá pateó, arrastró y humilló a la productora Cuarzo. Una niña envalentonada con un profesional como Sánchez Casado que ya trabajaba en este oficio en el programa Tómbola cuando aún era un proyecto de feto. A medida que el programa transcurría se dio un giro a la salud. Las responsables de la actitud de Alejandra son las hormonas alteradas cuando una mujer se queda embarazada. Y Makoke dando lecciones como una ginecóloga invitada a la sección. Todo de lo más surrealista para el espectador y humillante para los verdaderos profesionales de la televisión.

Podemos imaginar lo que sintieron los redactores y guionistas del programa que hacen día a día y llegan a la redacción a las 8 de la mañana. Tan sólo la existencia de la permanencia de Rubio en el vespertino sea que Las Campos hayan comprado acciones en la productora Cuarzo o que a la señora directora le hayan ofrecido ser la "bien pagada" de Carmen o Terelu una vez que finalice el el programa que hizo historia de la televisión por humillación y por audiencia.