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Se acabó la fiesta para la Infanta Sofía: la drástica decisión de la Casa Real

La hija menor de los Reyes va a cambiar su rol en la Familia Real. La Zarzuela diseña su nueva agenda

Las hermanas Leonor y Sofía, en una imagen reciente.

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La Infanta Sofía ha gozado de cierta libertad hasta ahora, con su papel secundario si lo comparamos a la agenda oficial de sus padres, los Reyes Felipe y Letizia y la de su hermana, que se ha intensificado tanto en lo institucional como en la formación profesional que ha conducido directamente a la Princesa Leonor a alistarse en el Ejército.

Sin embargo, todo va a cambiar. La Casa Real quiere cambiar su estatus de agenda de “parcialmente disponible” a una disponibilidad total y con un papel perfectamente diseñado: acompañar a su hermana en cada momento clave de su trayectoria.

El peso institucional que Leonor lleva sobre sus hombros se vuelve ligereza en Sofía. La pequeña de los Borbón Ortiz sorprendió en la celebración de la primera década de la proclamación del Rey Felipe con su naturalidad y su dicción perfecta en su discurso público. Fue en una pequeña intervención improvisada de las hermanas para agradecer a sus padres, pero suficiente para comprobar que la infanta tiene el don de la comunicación.

Tal y como cuenta la publicación Mujer Hoy todos los talentos de Sofía, los que ya hemos podido ver y los que irá adquiriendo con los años, podrían quedar para servicio exclusivo de Casa Real si, como parece, se detiene el proceso de adelgazamiento de las casas reales que hemos visto en toda Europa. No sería una insensatez. Los matrimonios reales ya no tienen tantos hijos como antaño y la presencia de figuras familiares cercanas que puedan colaborar en las tareas de representación resulta cada vez más conveniente.

Además, el destino laboral de los miembros de la Familia Real no deja de dar quebraderos de cabeza a los Borbón, muchos de ellos con trabajo a cuenta de los servicios prestados por el Rey Juan Carlos. Cabe pensar que Sofía, miembro de una generación que excede expectativas en su preparación e hija de una madre híper exigente, no vaya a tener problemas para emplearse. Sin embargo, no será admisible cualquier destino ni le será fácil llevar una vida relativamente normal.

Infanta Sofía: trabajar para su hermana en la Casa Real

Otro factor no menor que apuntala la posibilidad de una Infanta Sofía plenamente integrada en el entramado laboral de la Casa Real es el futuro matrimonial de su hermana. Lo hemos visto con los consortes de las últimas reinas europeas, de Isabel II a Margarita de Dinamarca: la actividad institucional de los hombres que se casan con monarcas es limitada. De hecho, muchos deben lidiar con la sensación de minorización que implica acompañar a una mujer que representa una alta institución del Estado. Algunos, por este motivo u otros, aparecen lo mínimo.

En este contexto, las hermanas y hermanos de una reina se vuelven figuras fundamentales, por entender y aceptar desde su infancia la diferencia jerárquica que implica el papel institucional de una reina. Y por conocer los límites que este rol conlleva. Nadie como la Princesa Margarita entendía los sacrificios, dificultades y deberes que debía afrontar su hermana Isabel. Esta conocía perfectamente los talentos y frustraciones de su hermana. Hoy, es la Princesa Real Ana de Inglaterra la que aún sostiene la agenda institucional de la casa real británica, con récord de apariciones. Cuando el Rey Carlos se indispone, es ella la que responde.

Más que mirarse en el espejo de la Infanta Pilar, hermana del Rey Emérito Juan Carlos, o las Infantas Elena y Cristina, ambas fuera de la Familia Real y con vidas laborales independientes, la Infanta Sofía podría tener a su alcance un papel similar a la de la Princesa Real Ana, el comodín de Carlos III en la monarquía británica. Ana ha trabajado toda su vida para la Corona y su vida a estado a cargo de los presupuestos de esta. De hecho, no hizo estudios universitarios: comenzó a trabajar para la Casa Real británica a los 18 años, concluye Mujer Hoy.