El día que Carmen Borrego convirtió a su marido en personaje público y por dinero

Todo tiene un precio. Al menos para algunas. José Carlos Bernal, marido de la hija menor de María Teresa Campos, era un personaje anónimo hasta la pasada semana cuando se sentaba, o lo sentaban, en el programa De Viernes, presentado por Santi Acosta y Beatriz Archidona. El cuñado de Terelu Campos quiso hablar de su historia de amor. Lejos de la gran historia de pasión y desgarro de Carmen Díez de Rivera con su hermano, Ramón Serrano. Con quien no se pudo casar. Nada que ver. Lo de la Borrego y Bernal es una historia del montón. Más bien vulgar. Como otras muchas. Nada destacable. Otra cosa es la pasta que se llevaron.

El único interés informativo de esta presencia era ver hablar a José Carlos Bernal por primera vez. Al estilo José Luis Moreno y su siempre recordado Monchito. 40.000 euros bien merecen una misa. El hombre que conquistó el corazón de la pequeña de las Campos hace 10 años ha cruzado el umbral del anonimato. Ya es un personaje público famoso. No popular. La diferencia es notable. Es famoso el que consigue ser público por contar su vida. No por su oficio. El de Bernal se desconoce. El oficio. El popular llega por su trabajo notorio y no por hacer pública su vida. Al grano y con ejemplos.

José Carlos Bernal traspasa el umbral que ya cruzó Mar Flores

El periodista de informativos de Antena 3 Vicente Vallés es popular por su trabajo y el marido de Carmen Borrego ya es famoso por vender su corazón, entrañas e hígado. Los jueces también entienden de esto cuando se presenta alguna demanda. A unos se les entiende y a otros los consideran una prolongación de lo que han hecho con su vida. Es lo que le ha sucedido a Mar Flores al intentar ahora velar por su intimidad. El Tribunal Supremo ha considerado que los periodistas pueden hablar de su vida privada porque fue la modelo quien comenzó con la venta de su vida.

A partir de ahora Jose Carlos Bernal ya no podrá utilizar el comodín de mi vida no se habla porque “yo no estoy en el juego. Y tanto que está. Ha entrado por la puerta grande y cogido de la mano de una de la maestras de la venta de todo, su mujer Carmen Borrego. 

Así lo ha hecho también su hermana Terelu Campos quien este miércoles es portada en la revista Lecturas para hablar de ella y de lo que no es suyo directamente. Su hija y su futuro nieto. Lo que parecía al principio que era todo maravilloso, ahora la mayor de las Campos dice que al enterarse del embarazo de su hija Alejandra Rubio se quedó sin voz. Esta es la siguiente fase, previo pago, de cómo recibió la noticia. En siguientes entregas seguirá narrando la verdad. Hasta ahora a medias. A Terelu Campos le sentó a cuerno quemao que su hija se quedase embarazada de un chico que porta pulsera telemática. Menos mal que no quería que su hija fuese como Chabelita Pantoja. Lo ha conseguido. Y con creces.