La decisión final de Doña Letizia sobre los Urdangarin que 'hiela' a la Casa Real
Arranca el curso también en La Zarzuela con muchas novedades. El Palacio se ha convertido en una suerte de hotel y todo bajo la autorización y supervisión de la Reina.
Los Reyes Felipe y Letizia pasan ya estos días en la soledad del Pabellón del Príncipe. El síndrome del nido vacío parece haberse instalado en las estancias privadas del Palacio tras la marcha de la Infanta Sofía a Gales y el ingreso de la Princesa Leonor en la Escuela Naval de Marín, donde la heredera afronta este viernes 30 su primera día en su formación como guardamarina de La Armada.
La soledad de los Reyes contrasta ahora con la alegría y el cartel de completo que ha colgado la Reina Sofía en el Palacio de La Zarzuela. Desde hace unos días los hermanos Urdangarin han ‘tomado posesión’ de su nueva vivienda. En él están Irene (aunque pronto marchará a Londres), Juan y Miguel. Todos hacen compañía a su abuela, que se había quedado con la sola compañía de su hermana Irene tras la marcha de Don Juan Carlos a tierras de Abu Dabi.
Tal y como les hemos venido contando en ESdiario, los hijos de la Infanta Cristina han tomado La Zarzuela como su residencia habitual por distintas circunstancias. Irene, tras pasar un año sabático, se mudaba a Madrid desde Ginebra para prepararse y obtener el permiso de conducir.
Miguel fue el segundo hijo de Iñaki Urdangarin que se trasladaba a Palacio tras pasar los últimos años de su vida en Reino Unido, donde ha estudiado Biología Marina pero, con la separación de sus padres, Miguel abandonó Inglaterra para mudarse a Ginebra con la Infanta Cristina.
En Suiza empezó un curso para ser monitor de esquí en Los Alpes, pero sus planes se truncaron tras sufrir un accidente en la nieve, que lo ha obligado a pasar por el quirófano para ser operado de la rodilla. En plena recuperación, el joven también ha cambiado Ginebra por Madrid por motivos profesionales.
Y el último Urdangarin Borbón que se ha mudado con la Reina Emérita ha sido Juan por motivos bien distintos. Un desengaño amoroso le ha llevado a cambiar de aires y a buscar suerte en Madrid.
Pero si hay algo que llama poderosamente la atención en toda esta historia es que los Urdangarin no residen en La Zarzuela porque así lo desea Doña Sofía, que también, sino porque es la Reina Letizia quien ha dado el visto bueno para que ello ocurra.
Sí, Doña Letizia ha autorizado expresamente la presencia de Irene, Miguel y Juan incluso por encima del criterio del propio Rey Felipe que ya advirtió a su madre de que Zarzuela “no es ningún hotel”. Pero la Reina ha sorprendido a todos en la Casa Real con su firme defensa de sus sobrinos.
Por alguna razón, los hijos de la Infanta Cristina gozan del favor de Letizia. Hay quienes especulan a ESdiario sobre que esto ocurre porque, a pesar de que sus vidas no han encontrado aún un rumbo concreto, la Reina quiere demostrar su distancia con dos de sus sobrinos, Felipe Juan Froilán y Victoria Federica. Los Marichalar nunca han sido del agrado de Letizia y de esta forma les lanza un claro mensaje.
Otras fuentes de Palacio explican a ESdiario otros motivos bastante distintos y con mejores intenciones de la Reina Letizia: “lo hace como un intento de acercarse y normalizar las relaciones con la Infanta Cristina”. Algo bastante más complicado de creer si tenemos en cuenta del desencuentro, del que informamos en primicia en ESdiario, que se produjo entre ambas cuñadas cuando coincidieron media hora en el Palacio de Marivent durante las vacaciones en Palma.