Incidente: la Escuela Naval impone un duro castigo a Leonor y la Princesa desobedece

En ESdiario ya les contamos hace unos días que la Princesa Leonor había ingresado, el pasado 30 de agosto, en la Academia Naval de Marín para iniciar su segunda etapa en la formación castrense, tras haber superado con éxito su paso por la Academia General Militar de Zaragoza. La siguiente misión es su instrucción como guardiamarina para embarcarse en enero en el Buque Escuela de la Armada, el Juan Sebastián Elcano, donde hará una travesía de medio año por los mares del mundo.

Leonor regresaba así a sus obligaciones militares después de casi dos meses de ‘licencia’ en el Ejército, unas semanas de vacaciones en los que la heredera, como cualquiera de nosotros, ha sido más flexible con las normas y ha descuidado asuntos como la alimentación.

Tal y como les adelantamos en ESdiario, Leonor de Borbón, ya le ocurrió en algún momento en su formación en Zaragoza, tiene un punto débil y ese es su forma física.  En Aragón ya se quedó rezagada del resto de sus compañeros en varias maniobras de la alta montaña pirenaica, algo que relataba una teniente coronel.

Ahora le está ocurriendo lo mismo en Marín y en sus instructores ya han advertido que “no está en condiciones óptimas para seguir los entrenamientos estrictos a los que están acostumbrados aquí”. En la Escuela Naval de Marín tomarán medidas para que la Princesa de Asturias se ponga físicamente al día, por medio de los estrictos entrenamientos que se desarrollan en la academia.

Tal y como ha podido saber ESdiario de fuentes de Defensa, la puesta en forma de la heredera consiste en un plan deportivo adaptado a ella y una dieta específica. Ambos bastante exigentes con la intención de que esté a tono con el resto de guardiamarines en poco más de tres semanas.

Pero hay un problema: Leonor se ha adaptado muy bien a sus nuevos compañeros y ya conoce varios locales de ocio de Pontevedra. Ella, haciendo uso de los privilegios de haber entrado ya en tercer curso, ha aprovechado los fines de semana para salir de la Escuela y disfrutar incluso hasta las 5 de la madrugada de la fiesta gallega.

El problema es que no sólo sale a bailar y desahogarse con sus compañeros, el asunto es que se salta la estricta dieta y eso es algo que no ha gustado nada a sus instructores. Como es imposible controlarla fuera de las instalaciones militares, el ‘castigo’ impuesto es reducir el aporte calórico de lunes a viernes, días en los que la Princesa pasará más hambre que el resto de sus compañeros. Así lo indican a ESdiario las fuentes anteriormente citadas.

Tal y como les contamos en este diario, la primera cazada a la hija de los Reyes Felipe y Letizia de marcha por tierras gallegas fue en la Bocatería D`Elvi de Moaña donde el grupo de la heredera dio buena cuenta de croquetas, calamares, jamón, queso y tortilla de patatas. Después, y antes de retirarse a dormir casi a la hora del desayuno, todos tomaron unos panninis.

Leonor se salta las normas fuera de la Escuela Naval y dentro sufre las consecuencias con el régimen alimenticio y el plan para su preparación y puesta en forma.