Las fotos de Bárbara Rey y el Emérito provocan estupor en la familia del hombre que lo sabía todo

Tres décadas después han resucitado las fotografías de las que se lleva hablando y anteriormente insinuando durante 30 años. Este miércoles  se han hecho públicas las fotografías que demuestran la relación pasional del Rey Juan Carlos I, entonces rey de España, y la vedette Bárbara Rey. La revista holandesa Privé es quien ha facilitado este documento gráfico. Una portada con repercusión internacional. Según el cuerpo de la información la venta de esta documentación se habría producido a través del hijo de la protagonista, Ángel Cristo Jr.

Está publicación demuestra que el padre del Rey Felipe VI mantuvo una relación con la artista murciana. No hay lugar a dudas. Aquí no se come paella. Se almuerzan otras partes del cuerpo. La boca. Al menos es de lo que hemos podido ser testigos. Las fotografías corresponden a la terraza del interior de la casa de la que fue mujer de Ángel Cristo.

Estas fotografías dieron mucho dolor de cabeza a quien entonces era Jefe de la Casa de S.M el Rey, el fallecido Sabino Fernández Campo. Hombre de confianza de S.M Don Juan Carlos durante 16 años. Primero como secretario de la Casa del Rey (1977-1990) y posteriormente Jefe de la Casa del Rey (1990-1993). El 8 de enero de este último año lo hacen dimitir. Hubo tristeza en aquel último almuerzo entre los entonces Reyes de España y Sabino Fernández Campo. La Reina Sofía lloró.

El vigilante y confesor de Juan Carlos I fue mediador de los chantajes que llegaban a Zarzuela

El que fuera fiel vigilante y confesor del Rey Juan Carlos fue el mediador en los chantajes que llegaban a Zarzuela por parte de quienes querían hacer negocio con las fotos que ahora han salido a la luz. El Rey fue infiel a Doña Sofia y a su vez engañado por la amante que lo fotografió para lucrarse años después. Sabino fue quien paralizó muchas de los atrevimientos por la otra parte. Tuvo que entregar cheques y sobres durante largo tiempo. Hasta que Fernández Campo le dijo a su jefe, "ya no más. Se está llegando demasiado lejos". 

Sabino fue correcto con la actriz. Educado y siempre la escuchó. La mano izquierda del fiel escudero de Juan Carlos I era infinita. El día que fallece el conde de Latores, título que le concedió el Rey en abril de 1992, Bárbara Rey se presenta en el tanatorio de la Paz (Tres Cantos) de luto riguroso y en el perfil propio de viuda afligida. La viuda, la historiadora María Teresa Álvarez, y algunos de los hijos que conocieron la relación de mediación del fallecido y la vedette se quedan estupefactos. "Y esta qué hace aquí" dijo aquella tarde de octubre de 2009 uno de los hijos del hombre que conoció todos los secretos y verdades de aquella relación de pasión entre el Monarca y la artista de Totana (Murcia).