Sofía Cristo, una víctima de su propia sangre

No todos en la familia Cristo Rey han remado en el mismo sentido. La diferencia es notable. Unos a favor de obra crematística y otros, o mejor dicho, otra, a favor de conseguir una vida y un porvenir lejos del pasado. A veces, duro. Otras, mucho más duro. Es el caso de Sofía Cristo. Nada que ver con su padre. Su madre. Su hermano y ahora su cuñada Ana Herminia. La última que aparece en escena es tan artista como su suegra.

La vida de Sofía ha tenido más sombras que luces. En ocasiones provocadas por terceros y otras por decisión propia. Quizás ésta última fue la salida a una familia desestructurada y con muchos silencios cuando se necesitaba gritar. Alto y fuerte. Es una víctima de las circunstancias familiares que tuvo que vivir siendo una niña. 

Primero la relación de su padre con su madre. De todo menos una familia modélica por mucho anuncio apoyando a la realización de la declaración de la renta por parte de Bárbara Rey. Era un trabajo. Estaba pagado. Y muy bien pagado. 

En su adolescencia tuvo que escuchar y aguantar que su madre era la amante del Rey en un ambiente de amigos. Sus amigas pensaban qué hacer o a que chico o mujer conquistar mientras que Sofia tuvo que vivir los claroscuros de una vida de mayores. Sin pretenderlo y sin necesidad.

Sofía Cristo está ahora al lado de los que atraviesan un infierno que ella misma vivió

El mundo de la noche la atrapó en un túnel largo con mucho color blanco. Un pozo sin salida. Consiguió agarrarle el rabo al demonio de la nocturnidad más perversa y lo degolló. Sofía Cristo pudo salir del mundo de las drogas. Se sale si uno quiere por mucha ayuda externa que uno reciba. Está más que comprobado por quienes han entrado y han abandonado. El poder de la mente y la necesidad de renacer es lo más importante. Su experiencia no sólo es bandera para muchos sino que se involucró en ayudar a quien más lo necesita. Quien se halla donde Cristo estuvo un día. Fueron muchas horas de nocturnidad. Días que se alargaron con las noches. Y viceversa. Sofia está ahora cerca de quienes atraviesan ese infierno. Una profesional.

Además se ha convertido en una profesional de la música. Este viernes lo volverá a demostrar en Hellín (Albacete) donde ha sido contratada por su trabajo con motivo de la feria y fiestas de esta ciudad manchega. La hija de la vedette de Totana y el domador de leones colabora en el programa que presenta Susanna Griso, Espejo Público. Sus intervenciones denotan verdad. En su palabra y en sus ojos. Su historia está escrita. Desde niña. Ella tiene derecho a ser feliz lejos del espectáculo circense que ha montado su madre desde hace 30 años y su hermanos un año atrás.