Preocupación total en Zarzuela: Doña Sofía, rota de dolor y no por los audios del Emérito

La Familia Real ha vuelto a la actualidad ‘gracias’ ha toda la polémica que ha generado la publicación de unas fotografías íntimas del entonces Rey Juan Carlos I con la vedette Bárbara Rey. Son las fotos de un chantaje que se produjo hace tres décadas y que ahora ven la luz por obra y gracia del hijo de la artista, Ángel Cristo Jr, que tal y como les contábamos en ESdiario, decía el material gráfico a la revista neerlandesa Privé.

La publicación de estas instantáneas robadas al ahora Emérito hace 30 años ha generado una polémica ad hoc con la salida a la luz de unos audios correspondientes a conversaciones privadas, íntimas y privadas de Don Juan Carlos con Bárbara Rey.

Pese al enorme ruido e interés mediático generado y la repercusión sobre la opinión pública, en este caso lo delicado del asunto no ha causado ni un solo ápice de preocupación en la Casa Real. Fuentes próximas a Palacio han asegurado a ESdiario que “este es un tema que familiarmente está zanjado hace muchos años y no ha generado ninguna reacción en Zarzuela y mucho menos malestar”.

Para respaldar esta teoría las mismas fuentes consultadas ponen como ‘prueba’ el encuentro familiar de la pasada semana en Galicia de los Reyes Felipe y Letizia con la Princesa Leonor y su abuelo, el Rey Emérito. “Normalidad es la palabra que define las relaciones actuales entre ellos”, inciden las fuentes consultadas.

La grave situación de Doña Sofía

Pero hay un gran motivo de preocupación en La Zarzuela y que nada tiene que ver con la agitada vida íntima del Rey Emérito. Se trata de la Reina Sofía que está atravesando un momento personal muy delicado y triste. Quien ha sido su gran apoyo durante toda su vida, su hermana Irene de Grecia, se está apagando. Su enfermedad avanza ahora más cruel y rápidamente que nunca.

El estado de salud de la hermana de la Reina Emérita es más que preocupante. Desde hace años sufre una enfermedad degenerativa progresiva pero en los últimos meses se ha agravado de forma inesperada. El pasado mes de julio ya se la vio haciendo uso de una silla de ruedas para acudir a un acto, pero es que sólo tres meses antes andaba con normalidad.

La última vez que se vio caminando a Irene fue en Madrid, por el funeral de Fernando Gómez-Acebo, sobrino de su cuñado Juan Carlos, en una iglesia de Madrid, apoyada en su hermana. También en el cumpleaños  de su sobrina la Infanta Elena, que reunió a toda la familia para festejar sus 60 años. Irene llegó en compañía de su sobrina Alexia de Grecia, hija de Constantino, y lo hacía andando.

Ahora, postrada ya en silla de ruedas, su enfermedad no sólo le impide andar sino también salir prácticamente de La Zarzuela. Pero el motivo de alarma que demuestra su ausencia en la boda de su sobrina, la Princesa Teodora de Grecia. Irene estaba invitada al enlace y no pudo salir de Madrid dado su estado de salud. Ocurría el pasado sábado 28 de septiembre.

La Reina Sofía, desolada, acudía acompañada de las Infantas Elena y Cristina, y tres de sus nietos, Juan, Miguel e Irene Urdangarin.

Irene de Grecia, de 82 años años, ha sido pianista profesional y una gran amante del arte. Ha dedicado su actividad a labores humanitarias. Según una publicación francesa, este pasado mes de enero se liquidó la organización benéfica que presidía, World in Harmony, a la que legó su patrimonio.