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Lo que nunca aceptó Mayra Gómez Kemp: del Sálvame de Jorge Javier a Paz Padilla

Tras la muerte de la inolvidable presentadora son muchos sus momentos televisivos que ahora adquieren un significado y una relevancia especial y totalmente diferente. Luces y sombras de una leyenda.

Mayra Gómez Kemp tuvo sus más y sus menos con Sálvame y Mediaset.

Mayra Gómez Kemp tuvo sus más y sus menos con Sálvame y Mediaset.GTRES

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Este pasado domingo se iba para siempre la recordada y popular presentadora del programa Un, dos, tres... Responda otra vez. Aún se desconoce el motivo de su fallecimiento y el día exacto. A falta de conocer la autopsia. Los restos mortales continúan en el Anatómico Forense a la espera de que lleguen las hijas de su marido. Mayra Gómez Kemp no tuvo descendencia directa con Alberto. Las hijas de su marido fueron como propias. Eso justifica en parte los últimos años de soledad de Mayra tras el fallecimiento del amor de su vida. Alberto Berco. Tras 47 años al lado de su mujer, el actor fallece en sus brazos. Una pérdida que la sumerge en una depresión de la que nunca pudo salir. Fue feliz muy a ratos desde aquel momento. Más bien pocos.

Mayra nunca aceptó ser una invitada a un programa y salir a última hora para pocos minutos. Y al final del programa. Como los restos. Nunca olvidó quien era. Así sucedió cuando fue la estrella de la tarde del extinto Sálvame. La comunicadora fue citada para acudir al programa y hablar del cáncer que sufría. Durante más de 4 horas tuvo que esperar en una sala contigua al plató desde donde se anunciaba su presencia en los próximos minutos. En el momento que comienza su intervención muestra su mayor rechazo al programa por tenerla durante horas a la espera. "No tenéis corazón y no tenéis humanidad", le dijo al presentador de aquella tarde y dueño del cortijo Jorge Javier Vázquez.

Las diferencias de Mayra Gómez Kemp con Telecinco y Mediaset

"Por la audiencia no todo vale, ya lo avisé a su equipo. Soy una mujer enferma, tengo siete radioterapias encima y una quimioterapia, estoy muy débil, muy cansada", arremetió la mítica presentadora hacia el programa de entretenimiento durante 14 años de Mediaset. El único que consiguió levantar las tardes de Telecinco. Después llegó todo descafeinado. Y mucho. El pan se hace con harina. Lo demás son sucedáneos.

La relación entre Gómez Kemp y el programa Sálvame se recondujo cuando visitó la edición de la noche y la presentadora arremetió contra Paz Padilla por la forma de enfrentarse a la enfermedad. A la comunicadora gaditana la habían convertido en la enemiga del programa tras su salida provocada con el invento del negacionismo del COVID19 que no padecía. Otra mentira. La más mala del mundo, según los tertulianos allí existentes por hoja de ruta de la dirección de turno.

Paz y Mayra entendieron y se enfrentaron a la enfermedad de sus maridos y el fallecimiento de manera totalmente diferente. Nada que ver. Cada uno utiliza las herramientas que tiene para vivir y morir. Con uno y con los suyos. No hay verdad absoluta. Ahí Mayra Gómez Kemp no fue generosa. Su verdad tenía que ser la absoluta. Y los demás aplaudían su intervención porque tenían al ciervo para darle tiros cual cazadores en Toledo. 

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