La hemeroteca destapa la hipocresía de Íñigo Errejón y su relación bochornosa con Rocío Carrasco
Hoy habrá televisivos como Antonio Montero o Kiko Matamoros "entre visillos" observando con lupa lo que sucedió durante tanto tiempo en los pasillos de Telecinco. Arrieritos somos...
"Hermana, yo si te creo" ha dejado de ser un lema de aquellos meses donde la izquierda y la extrema izquierda se aliaron con la hija de Rocío Jurado para mostrar su apoyo durante la emisión de la docuserie Rocío, contar la verdad para seguir viva. Aquel "Hermana, yo si te creo" también fue utilizado por el entonces político de Más Madrid y ojo derecho de la ex alcaldesa Manuela Carmena. 4 años de gobierno fueron suficientes. Visto lo visto y según la actualidad de las últimas horas. Errejón dimite ante su disonancia entre persona y personaje público. Otra falsedad de la izquierda y sus voceros.
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El 21 de marzo de 2021 se estrenaba en Telecinco aquel cuento chino que intentaron judicializar a través del personaje de Rocío Carrasco. Tan sólo 24 horas después aparece el político Iñigo Errejón abanderando la lucha del feminismo y la marea fucsia. Había que erradicar las agresiones sexuales y malos tratos de la Violencia contra la mujer. Y muy silenciada. Ahora todo produce aún más risa. Junto a Errejón entonces su gran amiga y compañera Irene Montero y las comentaristas de televisión y/o periodistas que necesitaron continuar con la pantomima televisiva de la hija de La Más Grande para continuar en sus puestos de trabajo. Algo que contaba en su momento el tertuliano Miguel Frigenti. "He tenido que defender para venir más días a Sálvame". Todos ellos y ellas le pegaron fuego al programa más visto de la televisión tras 14 años de emisión.
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María Patiño, Belén Esteban, Paloma García Pelayo, Pilar Vidal o la extinta presentadora Carlota Corredera siguieron la estela de Carrasco, Montero o Errejón. Ahí queda. Y alguna que otra abogada que debería haber sido sancionada por el colegio de abogados de Madrid ante la barbarie informativa que lanzaba por su boca a cambio de una silla en los programas especiales. Todos ellas aplaudieron las declaraciones del ex portavoz de Sumar en el Congreso de los Diputados.
Ahora aquellas palabras cobran más fuerza. La incoherencia e incongruencia hecha persona o personaje. No sabemos dónde se hallaba entonces el hombre clave en el gobierno de la vicepresidenta Yolanda Díaz. "Yo me la creo, me parece un testimonio desgarrador y agradezco su valentía", apuntaba el político. "Responsabilidad especial" matizaba aún más. En aquel momento Errejón hizo hincapié en que el testimonio de Rocío Carrasco podía ayudar a que muchas mujeres para que “dejen de vivir en silencio”.
El progresista Errejón que ha tenido la indecencia de llamar fascista a quienes no pensaban como él o su querida Carrasco llegaron más lejos con aquel pensamiento hecho verbo ante los micrófonos. "No soy seguidor de estos formatos televisivos y no sabía nada de lo del juicio". A pesar de ello siguió hablando y los demás aplaudiendo ante algunas afirmaciones: “No es incompatible respetar las decisiones judiciales y decir que no las comparte". Memoria histórica.
“Gracias al movimiento feminista hemos ganado en contundencia y en ser intolerantes con cosas que son intolerables". Han pasado tan sólo tres años y medio de aquel esperpento mediático con sus protagonistas que respaldaron a su lideresa Carrasco. Y todo bajo el paraguas del ministerio de Igualdad capitaneado por doña Irene Montero. Ahora todo aquello que disfrutaron unas y sufrieron otros es noticia. Hoy Kiko Matamoros o Antonio Montero entre otros tienen que estar observando “entre visillos” y sin ser ninguno de los dos Carmen Martín Gaite. Cuando el progresismo feminista se disfrazó de mentira y oportunismo populista.