'Errejoners': el club de fans de Errejón que retrata vergonzosamente a toda la izquierda
Algunos no tienen vergüenza ajena (ni propia). El ya ex portavoz de Sumar coleccionaba groupies que le alababan, sobre todo, por su aspecto físico y que ahora guarda silencio
Íñigo Errejón ha asegurado que la denuncia por violencia sexual interpuesta contra él por la actriz Elisa Mouliaá es falsa. Un mensaje contradictorio para una persona como él que siempre desde sus formaciones políticas -Podemos, Más Madrid, Sumar- había defendido que el concepto de “denuncia falsa” no existe, es más bien un argumento inventado por la derecha y la extrema derecha. Contradictorio es también no haber visto a movimientos feministas o políticas, como Irene Montero, Ione Belarra o Yolanda Díaz, salir al paso de esta acusación diciendo aquello de ‘hermana, yo si te creo’.
La imagen de Errejón, de niño bueno y yerno perfecto, se ha quedado en sólo eso, imagen. Pero había señales antes de que realmente no era como pintaba. Siempre guardó silencio a la actitud de “macho alfa” de quien entonces era su jefe, Pablo Iglesias. Además, recibía de buen agrado los elogios, admiración y adoración casi enfermiza (y nada feminista) actitud de unas fans, autodenominadas Las Errejoners; unas groupies que ensalzaban al ex portavoz de Sumar también por su aspecto físico.
Un club de fans femino que ahora guarda silencio. Ni una palabra de apoyo a las víctimas de las presuntas agresiones sexuales.
Este es un club de fans: las 'Errejoners'. Este grupo, compuesto principalmente por mujeres jóvenes, veía en él no solo un líder político, sino una especie de figura adorable y maternalmente vulnerable. Sin embargo, ese halo de simpatía y admiración se ha transformado en sombra, teñida por las acusaciones de violencia machista que pesan sobre el político, cuya imagen ahora enfrenta un deterioro difícil de reparar, tal y como recoge El Economista.
El citado portal hace hincapié en que los tiempos en que las 'Errejoners' llenaban las redes sociales con mensajes de apoyo y fotos editadas con corazones parecen una reliquia de otro siglo. En el cénit de su popularidad, incluso llegaron a aparecer en programas de televisión para explicar su devoción. Una de ellas, Camila, describía a Íñigo Errejón como "un cachorrito" y afirmaba que "olía a polvo de talco". Para sus seguidoras, él encarnaba una especie de pureza ajena al barro de la política. Sin embargo, esa percepción comenzó a resquebrajarse con el paso de los años y, sobre todo, con la reciente cascada de denuncias que lo retratan como una figura muy distinta a la que adoraban.
Y luego, además, está lo del propio canal de YouTube del ex portavoz en el Congreso de Sumar. En él comparte su ideología, pensamientos políticos o entrevistas. Y en una de estas coloca un vídeo (lo pueden ver sobre estas líneas) en el que recoge un fragmento de una entrevista que un diario sanchista, Público, le realiza y en la que se habla de la violencia machista.
Ni que decir tiene, vemos la hipocresía del ex político en todo su esplendor. El último comentario de ese post de una usuaria de YouTube lo dice todo: “ ¿Y hoy qué piensas de la violencia machista?Será......”.