Pilar Eyre desvela lo que ocurrió tras presidir el Emérito un acto en mal estado
La periodista rescata un momento clave del reinado de padre de Felipe VI. El monarca decide abdicar y se lo comunica a Corinna Larsen. La reacción de la alemana fue durísima.
El Rey Juan Carlos I llegaba al final de su reinado. Después de un tiempo meditando y no pocas polémicas, el Jefe del Estado afrontaba sus últimos actos como monarca. Uno de ellos fue la Pascua Militar del año 2014, coincidente con el cumpleaños del padre del Rey Felipe.
Por motivo del aniversario de Don Juan Carlos, cuenta Pilar Eyre en su canal de YouTube, el Rey llegaba a la Pascua Militar de ese año bastante perjudicado, “nefasto”, como lo describe la veterana cronista: “Había estado en Londres celebrando el cumpleaños con Corinna Larsen... había bebido y comido mucho”.
El Rey Juan Carlos sufrió mucho ese señalado día para nuestras Fuerzas Armadas. Él era entonces su jefe supremo, y su intervención ante lo más selecto del Ejército, como recuerda Eyre, no estuvo ni mucho menos a la altura, sino más bien todo lo contrario: “un el discurso que dio Juan Carlos fue el más patético y penoso”.
Era el principio del fin de su reinado porque desde ese día la Casa Real ya comenzaba a planear la abdicación y el reinado del entonces todavía Príncipe de Asturias.
Rey Juan Carlos: consecuencias graves
Fueron unas semanas muy duras, desde enero hasta el mes de junio cuando finalmente se produjo la abdicación, porque el ahora Rey Emérito se resistía a ceder el trono, algo que hizo voluntariamente no sin mucho meditarlo. Un tiempo que el padre del ahora Jefe del Estado pasaba entre Madrid y Londres.
Cuenta Pilar Eyre que algo entusiasmaba a Don Juan Carlos en el hecho de ceder la Corona, tener más tiempo libre para dedicarlo a su amante, la ‘princesa’ alemana e incluso poder formalizar esta relación con un divorcio de la Reina Sofía y posterior boda con Corinna.
Entusiasmado, según la veterana cronista de las Casas Reales, se lo comunicaba a su amante y la respuesta de ella dejó más que hundido al todavía Rey de España: “Qué barbaridad has hecho, te vas a arrepentir toda tu vida”.
Lo peor de todo es que esa fue la última conversación entre ambos. En ese instante Corinna Larsen cortaba la relación. La ‘erótica del poder’ se esfumaba y Don Juan Carlos perdía a su querida alemana.