En su etapa aparentemente más feliz el colaborador de Sálvame se lleva un palazo
A primera vista y después de unos años de lo más tormentosos podría parecer que está atravesando un momento de su existencia más tranquilo y agradable pero hay algo que no le cuadra.
En principio y después de algunos años de lo más tormentosos podría parecer que Gustavo González atraviesa ahora una fase de su existencia aparentemente más tranquila y feliz.
Este martes dejó claro además que la Nochevieja la pasa con sus hermanos, sus sobrinos, su pareja, María Lapiedra, y las hijas de ella... y sin embargo hay algo que le entristece: no estarán sus hijos.
El colaborador de Sálvame se lamentó en el programa de Telecinco pocas horas antes del cambio de año del distanciamiento con ellos desde que se separara de su mujer: “Llevo triste tiempo porque se me hace muy complicado".
Por eso, al 2020 le pide mucha felicidad para sus hijos y también para él porque en abril nacerá Mía, su primera hija en común con Lapiedra: “Estamos muy ilusionados”.
Por el momento, María no tiene relación con los hijos de Gustavo pero él confía en que la situación se normalice poco a poco: "No pido que sean amigos, espero que con el tiempo esto se solucione, solamente pido educación".