Al descubierto: los informes psicológicos que ha aportado Rocío Carrasco
A punto de conocerse la resolución de la querella que ha interpuesto contra el padre de sus hijos, ESChismógrafo descubre que la hija de Rocío Jurado ha aportado documentación sensible.
Rocío Carrasco quiere demostrar que está muy afectada
No tira la toalla. Tampoco lo hará si, como se especula en sede judicial, su querella acaba convertida en un mero reclamo televisivo. Rocío Carrasco está convencida de querer demostrar que es una mujer acosada por el pasado. En concreto, por Antonio David Flores. A él le acusa de haberle convertido en carne de psicólogo. De haber transformado su tranquilidad familiar en un auténtico infierno en el que ya todo vale. Por eso Rocío sigue firme en su convicción de aclarar que, tras la decisión de sus hijos de abandonar el domicilio que comparte con Fidel Albiac, se esconde una alienación paternal indiscutible. Quiere que se analice hasta el fondo la situación y, por supuesto, no le importa que peritos judiciales estudien el caso para que comprueben si sus vástagos han sufrido manipulación. Está en su derecho y en su obligación.
Rocío Carrasco ha aportado contundentes informes psicológicos para demostrar su afectación
Pero no solo eso. ESChismógrafo ha podido saber que en la documentación aportada a la querella contra el ex guardia civil, Rocío Carrasco ha adjuntado informes psicológicos que probarían una inestabilidad provocada por lo que ella considera "insultos, desprecios y graves insinuaciones" que su marido -con el que solo estuvo casada tres años- ha pronunciado durante los últimos quince años. Esta reveladora documentación sobre el trastorno ocasionado con tanta crítica, supondría un punto de inflexión. El motivo principal que podría convencer a la juez encargada del caso de que su dolor y sufrimiento es real.
También Antonio David espera ansioso la resolución judicial. Su entorno confirma que está abatido y sorprendido. Pero convencido de que su inocencia florecerá antes de finalizar la Semana Santa. Cree que tanta demora no beneficia a nadie. Y eso que, en esta ocasión, ha preferido guardar silencio. Sobre todo para demostrar que, en contra de lo explicado en algunos medios de comunicación, su motivación no es pecuniaria.