Luis Medina desmiente el mal gesto que tuvo con Alberto Luceño en su declaración
Sereno y tranquilo, así se mostraba a última hora de la noche después de haber comparecido como imputado ante el juez. Nos contesta desde su casa, donde aclara que no es Marqués como se dice
"He contestado a todo lo que me ha preguntado el juez, y no es que no haya querido responder a las preguntas de la Fiscalía, es que me he ratificado en la declaración que hice en su momento y el juez ha dado por finalizada mi comparecencia. Estoy tranquilo porque creo en la Justicia. Ahora sólo me queda esperar". Sereno y tranquilo, así se mostraba a última hora de la noche después de haber comparecido como imputado ante el juez que instruye su causa y que le acusa de blanqueo de capitales, estafa, falsedad y alzamiento de bienes.
Una causa en la que le acompaña el que fuera su socio, Alberto Luceño, con quien se ha encontrado en el interior de los juzgados "lo que quiero desmentir es eso de que no nos hemos saludado o que yo esté enfadado con Alberto. Nos hemos visto, nos hemos saludado, hemos hablado, hemos estado juntos esperando la resolución del juez. La gente que ha estado dentro lo ha podido ver". Un apunte que ha sido confirmado por fuentes del juzgado que fueron testigos oculares de esos momentos.
Luis Medina respondió a todo en su comparecencia de 20 minutos ante el juez
La comparecencia de Luis ante el magistrado, Adolfo Carretero, apenas duró veinte minutos. Una comparecencia en la que el hijo de respondió a todo lo relativo a la cuantía de las comisiones, los contratos firmados, la calidad del material suministrado al Ayuntamiento de Madrid, sobre quién le proporcionó el contacto con el Consistorio o cuál fue su papel, entre otras cosas. Sobre el delito del posible alzamiento de bienes, fuentes judiciales nos refieren que Medina defendió ante el juez que no fue informado, por parte de la Fiscalía, sobre la imposibilidad de disponer de los bienes y que lo único que le advirtió en un momento del interrogatorio es que "no podía poner sus bienes a nombre de terceros".
Tras este matiz solicitó al juez que revisara dicho interrogatorio para verificar que estaba diciendo la verdad. Fuentes judiciales han confirmado a este digital que la declaración de fue clara y contundente y que no evitó contestar a ninguna de las preguntas realizadas por el magistrado y sí matizó algunos puntos que habían sido objeto de titulares en la prensa. Sí se negó a contestar a las acusaciones populares de Más Madrid, Podemos y del PSOE. Sobre la fianza de casi 900.000 euros que le impuso el juez, fuentes judiciales nos han confirmado que Medina ha puesto a disposición la herencia de su abuela, Eugenia Fernández de Córdoba y Fernández de Henestrosa, duquesa de Medinaceli para que el juez embargue la cantidad requerida.
Tras su declaración, sorprendió que la Fiscalía no solicitase la retirada de pasaporte, ni la comparecencia cada quince días en un juzgado. A pesar de ello, el juez resolvió atender a esta petición que sí formularon las acusaciones populares de los partidos de izquierdas y acabó retirándole su pasaporte, por lo que Luis no podrá, sin permiso, atravesar las fronteras de nuestro país.
Desde su salida de los juzgados de Plaza Castilla, Luis ha permanecido en su casa madrileña y desde allí contesta a sus familiares e íntimos amigos, consciente de que debe ser prudente en sus manifestaciones porque teme que sus declaraciones sean manipuladas o interpretadas como ya le ocurrió nada más saltar el escándalo. Los que le conocen, saben de su fortaleza y de su tranquilidad "es él el que calma a los suyos. Su madre y su hermano son su máxima preocupación. Está fuerte porque él mejor que nadie sabe que no ha cometido delito alguno".
Luis Medina sabe que está en el foco mediático y que le tocaba hacer el paseíllo
Medina sabe que está en el foco mediático, en eso tiene un máster, que le tocaba hacer el paseíllo ante la prensa y que las guardias frente a su casa van a ser permanentes en los próximos días. La semana pasada su abogado intentó evitar el momento de verle entrando rodeado de cámaras y por ello solicitó que su defendido entrase por otra puerta. La petición fue denegada y es que la repercusión mediática y la trascendencia social del caso parece que pesó más en la decisión final.
A Luis no le afecta lo que están diciendo de él, ni la contundencia con la que algunos ya le sentencian como culpable desde los medios, en un procedimiento que está dando sus primeros pasos. Por lo que nunca está de más recordar que Medina hasta el momento es inocente, y que será sólo un juez el que decida con la Ley en la mano, su futuro judicial. Un futuro en el que confía salir limpio porque como no se cansa de repetir "confío en la Justicia. Ahora sólo puedo aguantar y esperar". Antes de colgar el teléfono Luis quiere hacer otro desmentido: " … y no soy Marqués, eso cualquiera lo puede comprobar, pero…".