Tamara Falcó e Íñigo Onieva se desestresan en un paradisiaco resort de Bali
La pareja, que pasará por el altar el 8 de julio, disfruta esta Semana Santa de una luna de miel por adelantado que les sirve para desprenderse del estrés del los preparativos de la boda.
No queda ni rastro de rencor de aquella sonada infidelidad de Iñigo Onieva a Tamara Falcó, todo lo contrario: amor, mucho amor y romanticismo. Así está viviendo la pareja la Semana Santa en un paradisiaco resort de Bali (Indonesia), donde los tortolitos están disfrutando de las vacaciones y soltando el lastre del estrés que está sufriendo ella, como ha confeado estos días pasados, con la preparación de su inminente boda.
Tamara e Íñigo han dado fe de su maravilloso viaje a través de un colorido álbum de fotos que han ido publicando en el perfil de Instagram de ella, escapada que les ha dado para visitar templos budistas, tomar deliciosos cócteles a la orilla del mar con un impresionante escenario de puesta de sol a sus espaldas, el alquiler de una moto…
La pareja se está alojando en un resort ubicado en plena naturaleza que cuenta con espléndidos jardines tropicales, grandes piscinas y vistas al mar. En este hotel han tenido un bonito detalle con ellos decorando la cama con toallas en forma de cisnes dándose un beso y pétalos de rosa con los que han escrito “I LOVE U” (Te quiero).
La marquesa de Griñón ha aprovechado para echar en la maleta un buen surtido de vaporosos y coloridos vestidos veraniegos, que sin lugar a dudas van a ser tendencia en esta época del año que está por venir.
Vestidos tipo caftán, ideales para no sucumbir al calor sin perder el estilo, faldas estampadas de largo midi muy favorecedoras y accesorios de rafia. Además, la aristócrata ha seguido a la perfección la moda del clean look, que consiste en no llevar maquillaje o, si se lleva, de manera muy sutil. Asimismo, ha optado por el pelo recogido para resaltar su belleza natural.
Tres meses para la boda
Será el próximo 8 de julio cuando Tamara e Iñigo pasen por el altar en la capilla del Rincón, un palacio del siglo XIX que el fallecido Carlos Falcó le dejó en herencia a la empresaria.
Aunque la pareja se está guardando para si casi todos los detalles de la boda para intentar sorprender y maravillar a los invitados, sí que se conocen algunas cosas como por ejemplo que el banquete será servido por el chef Eneko Atxacon (tres estrellas Michelín), que el padre Miguel Cruz, sacerdote muy cercano a la familia Preysler, oficiará la ceremonia, que la lista de bodas ha sido elaborada por A-Típica y que elvestido de Tamara será de la firma española Sophie et Voilá.