Los árboles de Navidad aumentan las alergias entre los más pequeños
Los "debutantes" en estas fechas señaladas se llevan la peor parte con los cambios de hábitos y las comidas fuera de casa por los alérgenos que se ocultan en los preparados típicos navideños
Cenas y comidas de empresa, reuniones familiares y encuentros con amigos al rededor de la mesa, es la tónica común estos días de Navidad. La Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC) alerta de que el cambio de hábitos y las comidas fuera de casa pueden aumentar el riesgo de sufrir reacciones alergicas.
"Siete de cada diez reacciones alérgicas graves ocurren cuando se come fuera de casa, algo muy frecuente estos días", advierte la sociedad médica, debido a la introducción en la dieta de productos altamente alergénicos (huevo, leche, frutos secos, marisco, etc.) típicos de esta época, con especial atención al inicio en el consumo de estos alimentos en niños.
Los alergólogos recuerdan que los síntomas de una reacción alérgica aparecen en las dos horas siguientes a la ingestión del alimento y que la gravedad varía en función de la cantidad de alérgeno ingerido, sensibilidad de la persona, y factores externos como el asma, el ejercicio físico o el consumo de analgésicos o alcohol.
"En el caso de contar con un alérgico a alimentos en casa debemos tener cuidado al hacer la compra y leer atentamente los etiquetados. En ocasiones, los alérgenos pueden ocultarse en preparaciones típicas de la Navidad. El problema es que en esta época del año debutan muchos alérgicos: niños que prueban por primera vez los frutos secos del turrón o el marisco, por ejemplo", recomiendan los expertos.
Cuidado con el polvo acumulado en los árboles de Navidad
Desde SEAIC advierten también de las consecuencias que los áboles de navidad pueden acarrear a personas con alergia al polvo, los ácaros o el moho; los árboles naturales pueden acumular polvo, mientras que los naturales podrían desencadenar alergia al moho.
También debe vigilarse el cumplimiento de los tratamientos en los pacientes con alergias respiratorias. Por ejemplo, los pólenes de las arizónicas o cupresáceas comienzan su polinización en el mes de diciembre y alcanzan sus máximas concentraciones en enero y febrero. Las temperaturas relativamente cálidas para la época del año podrían propiciar una mayor polinización de las cupresáceas. Por otro lado, se incrementa la exposición a sustancias irritantes como el tabaco, y el frío también representa un factor agravante del asma.
Las fiestas y los días de vacaciones nos hacen romper con la rutina y los horarios se ven alterados. Los expertos han observado que estos días los casos de agudizaciones de asma o rinitis se deben a un mal cumplimiento en la realización de los tratamientos, algo que favorece la aparición de crisis.