Claves para no fallar con la elección de tu gimnasio

La práctica continuada de ejercicio es la mejor receta para mantener a raya la báscula y mejorar nuestra una salud, sin embargo son muchos los que dejan de ir al gimnasio a los pocos meses ( o días) de apuntarse y, lo que es peor, de haber desembolsado el dinero de la matrícula. La causa no hay que buscarla solo en la pereza o en el aburrimiento que provoca la rutina. Muchas veces abandonamos porque no hemos sabido elegir el centro más adecuado a nuestras necesidades.

Acertar con el gimnasio que cumpla con nuestras expectativas es fundamental porque si no estamos a gusto o no obtenemos los resultados esperados, acabaremos por abandonar incluso aunque nos hayamos apuntado para socializar con el género contrario. Aquí van unos consejos para no equivocarnos;

Probar antes de usar: Infórmate de las actividades que ofrecen, de si se ajustan a tu horario y del nivel de las clases. Pide que te dejen probar un día para comprobar el número y el estado de las máquinas, la implicación de los monitores con cada uno de los usuarios y a los programas de clases dirigidas. Si es posible acércate en el horario al que piensas acudir, así sabrás cuanta gente coincidirá contigo.

Los monitores son clave: es condición sine qua non que el gimnasio al que vayas tenga en plantilla a profesionales deportivos y de la salud para que te presten la atención que mereces. No sólo necesitas unas instalaciones limpias y a la última, también personal que te aconseje de forma adecuada, elabore rutinas de entrenamiento personales, y las supervise y corrija cuando un ejercicio se realiza de forma incorrecta.

Maquinaria de primer nivel: otro requisito indispensable. Tienes que quedar satisfecho con los equipos de entrenamiento y valorar la utilidad que estas máquinas puedan tener en tus ejercicios. Las máquinas guiadas de última generación reducen el riesgo de lesión pero también pueden llegar a ser menos efectivas si no se utilizan adecuadamente.

Elige bien el horario: No vas a estar sólo en la sala, sobre todo si te acercas a horas punta como por ejemplo a la salida del trabajo, así que, probablemente, haya momentos en los que las máquinas que quieras utilizar puedan llegar a estar ocupadas. A veces es mejor hacer un esfuerzo y buscar otros huecos en tu agenda aunque signifique ir menos días, o sacrificar algún ratito del fin de semana para no perder el tiempo haciendo cola.

La localización lo es todo: este es uno de los requisitos fundamentales a la hora de elegir gimnasio. Ya no se trata únicamente de comodidad, sino de practicidad. Matricularse en uno que esté cerca de tu casa o de tu trabajo es un motivo de peso para no poder ponerte excusas el día que te dé pereza ir. ¿Nuestra recomendación?: que no esté a más de quince minutos de distancia.

Cuotas sin trampas: Esta dependerá del tipo de actividad que quieras llevar a cabo en el gimnasio. Por entrenar en la sala de fitness, ducharse y utilizar una toalla propia la cuota no debería ser superior a los 20€ que ofertan los gimnasios low-cost. El precio será superior si tus necesidades son otras y te interesa asistir a las diversas modalidades de clases dirigidas que te puede brindar un centro como los del grupo O2 Centros Wellnes donde además de las sesiones que se pueden encontrar en otros gimnasios, podrás realizar sesiones de entrenamiento en la piscina o relajarte en la sauna o su circuito de aguas.