Estos son los hábitos que debes evitar si no quieres engordar este verano
Siete conductas prohibidas para no echar a perder todo el esfuerzo de la operación bikini en solo una semana de vacaciones. ¡Qué no te afecte el cambio de rutinas!
Han llegado los esperados días de vacaciones y nos relajamos en todos los sentidos, también en la dieta, lo que supone un cambio de hábitos alimenticios que nos puede acarrear un aumento de hasta cinco kilos de peso en tiempo récord.
El límite para empezar a tomar medidas son los dos kilos. Engordar más de esa cantidad durante una media de 7 días de descanso significa que la báscula nos jugará una mala pasada cuando volvamos a nuestro día a día.
Te recordamos lo que tienes que evitar para no llegar a septiembre con dos tallas de más. Tranquila: todo es cuestión de concienciarse y elegir en su justa medida para no tener que privarnos de nada.
1. Atiborrarte a helados
Los helados de receta tradicional están cargados de azúcares simples y grasas que no aportan energía a tu organismo. Si quieres aplacar el calor con un snack refrescante, elige los polos de hielo, los granizados, los helados de yogur, o mejor aún: nuestra receta de helado natural.
2. Comer y cenar siempre fuera de casa
Procura hacer un desayuno completo antes de salir de casa para que la energía te dure horas y horas. Si vas a comer fuera, tendrás que elegir: o tapas o menú. Las dos cosas son un exceso de calorías considerable. Si optas por lo segundo, pide siempre en primer lugar, así no estarás tentada a cambiar de opinión. Lo ideal es que de primero te decantes por platos sencillos y sin salsas, como una ensalada, una sopa fría como el gazpacho ( cuidado con el salmorejo, que engorda más) o un salpicón de marisco o unos espárragos a la vinagreta. De segundo, elige pescado siempre que puedas, y si eres de las que no se pueden resistir a un postre, los sorbetes sin alcohol, la macedonia o una cuajada son las mejores opciones. De todas maneras y como tampoco es cuestión de pasarnos las vacaciones como si fuésemos unos monjes trapenses, el día que te pases en el chiringuito pide para terminar un té verde y procura cenar solo una ensalada.
3. Picar entre horas
Intenta establecer tu propio horario distribuyendo la ingesta de calorías y manteniendo el tránsito intestinal estable. Eso evitará que piques entre horas aunque, si caes en la tentación, opta por bebidas sin azúcar– el olvidado zumo de tomate es un buen recurso– y por tentempié que no conlleve frituras ni pan, como los mejillones en escabeche o las zanahorias aliñadas que te ayudarán además a mantener una piel protegida y con un tono saludable.
4. Cenar demasiado
Si hay una comida al día que debes cuidar con especial atención es la cena. Si comes en exceso no lo quemarás y la digestión le pasará factura al sueño. Busca recetas saludables y refrescantes como unas brochetas de mozzarela, un gazpacho sin pan o un plato con tus verduras favoritas.
5. O solo cenar fruta
Olvídate de este remedio fácil. En contra de lo que se pudiera pensar consumir de una sentada varias piezas de fruta supone una carga extra de azúcares simples que almacenaremos en forma de grasa. La única que se salva es la humilde manzana. Su piel contiene ácido ursólico que promueve la quema de caloríasy su alto contenido en pectina tiene un efecto saciante que te ayudará a matar el gusanillo
6. Abusar de los cócteles y del resto de bebidas con alcohol
Tomarte unas cañas con los amigos en una terraza de moda está bien, pero repetir cada día puede pasarte factura. El alcohol deshidrata, engorda y aumenta el riesgo de sufrir una insolación. Por eso en la playa es mejor que optes por beber agua, zumos naturales o cerveza sin alcohol .
7. Olvidarte de hacer algo de ejercicio
Tampoco tienes que matarte, y menos si no estás acostumbrada a hacer ejercicio con regularidad. Un paseo de 30 minutos por la playa, unos estiramientos diarios, 20 minutos seguidos de natación o media horita de baile son suficientes para mantenerte en forma. ¿Por qué no pruebas a practicar con este vídeo?