¿Te espera un largo vuelo en avión? Protégete para llegar perfecta
Un largo vuelo siempre deja huella en nuestra piel y en nuestro cuerpo, pero sin nos apoyamos en la cosmética podemos mitigar los efectos de la sequedad y desembarcar más descansadas.
Un largo vuelo siempre deja huella en nuestra piel y en nuestro cuerpo, pero sin nos apoyamos en la cosmética podemos mitigar los efectos de la sequedad del ambiente y desembarcar mucho más descansadas. Presta atención a nuestros consejos.
-Nada más embarcar- En primer lugar refresca tu mirada con una crema antifatiga, aplícate protección solar (en las alturas la radiación es el doble que al nivel del mar), descálzate y cambia tus zapatos por unas zapatillas para evitar la hinchazón y acuérdate de prevenir el mareo ante unas posibles turbulencias con una pastilla, un chicle específico o un roll on destinado a este fin.
-A las dos horas- Cuando ya se haya iniciado el viaje, acuérdate de caminar un rato por el avión para activar la circulación y limpiar y nutrir la piel de tu cara y tus manos para evitar que se reseque en exceso.
-A las cuatro horas- Es momento de dar otro paseo y de volvernos a hidratar. Esta vez nos ocuparemos de los labios aplicando un bálsamo que evite la aparición de grietas y nos relajaremos con una mascarilla de acción inmediata que compense los efectos de la humedad del 10% que existe en cabina.
-Antes de aterrizar- El truco para bajar del avión con buena cara pasa por haber cumplido todos los paso de hidratación, haber bebido mucho agua y por rehidratar una vez más antes de recurrir a una bb cream que nos unifique el tono, un colorete en tonos rosas, un toque de máscara de pestañas y un poco de gloss en los labios. Lava tus dientes, recompón tu pelo con un toque de champú en seco y aplica tu perfume habitual: estarás perfecta.