Los 5 errores de seguridad alimentaria que cometes a diario
El estropajo o la tabla de madera son una fuente de bacterias que debes evitar
Manipular bien los alimentos es muy importante para prevenir enfermedades e intoxicaciones. Te contamos cinco errores de seguridad alimentaria que seguro que estás cometiendo cada día sin saberlo.
1- El estropajo
¿Sabes que pueden tener más de 300 tipos distintos de bacterias, una cantidad similar a la que puedes encontrar en el WC? Para mantenerlo lo más limpio posible no lo uses nunca para limpiar ningún líquido de carne y sustitúyelo cada dos semanas. Además echa a lavar el trapo de cocina cada día y usas papel de cocina en su lugar siempre que te sea posible.
2- La tabla de madera
La madera es porosa y eso complica su limpieza. Es mejor usar mármol, vidrio o plástico. Además, trata de contar con varias para los diferentes alimentos: carne, verduras o pan.
3- Desinfecta las superficies de trabajo
Las encimeras y tablas de cortar son elementos que corren el riesgo de ser contaminados y entran en contacto con buena parte de los productos que cocinamos y comemos. Por este motivo es importante que estén libres de microbios, para lo que tenemos que desinfectarlos. Sin embargo, en muchas ocasiones no somos conscientes de la diferencia entre limpiar y desinfectar, y nos quedamos contentos con lavarlos con agua y jabón.
4- Nunca laves la carne cruda
Aunque estamos acostumbrados a lavar todo aquello que puede tener gérmenes, esto no se aplica a la carne cruda, que nunca hay que lavarla. Poner este alimento debajo del grifo no va a conseguir que las bacterias y virus se vayan de su superficie. Por el contrario, corres el riesgo de diseminar los microbios por toda la cocina. Para que los virus y bacterias de la carne se mueran, lo que tienes que hacer es cocinarla a una temperatura superior a los 70ºC.
5- Refrigera la comida preparada con rapidez
Cuando cocines para varios días, evita dejar fuera de la nevera los platos preparados durante unas horas. Los expertos aconsejan guardar las sobras en el frigorífico en las dos horas posteriores a la cocción.