¿Sabes usar bien los polvos de sol?

Cuando llega el verano todas queremos vernos más favorecidas con un tono un poco más dorado en nuestra piel y es habitual ayudarse de los polvos de sol. Pero, de una manera más habitual de lo que creemos, nos los aplicamos de una forma incorrecta.

No se trata de ponerlos en todo el rostro, si no de conseguir un efecto de ‘buena cara’ aplicándolos en algunas zonas estratégicas. Si eres de las que, brocha en mano, los esparce por toda la cara sin contemplación, te enseñamos cómo sacarles partido para que te queden bien de verdad.

Lo primero que debes saber es que su objetivo no es teñir tu piel, si no imitar el moreno natural con un color, como mucho, un tono por encima del tuyo. Se aplican despacio y con cuidado para dar volumen a algunas zonas con una brocha grande, cogiendo poca cantidad de polvo y en movimientos circulares.

En cuanto a los lugares en los que aplicarlos, puedes decantarte por hacerlo en forma de V desde la sien a la comisura de los labios y marcando la clavícula; o en las mejillas, para dar un tono cálido al look en lugar de colorete.