3 poderosas razones para hacerte donante de sangre

La sangre es el mejor medicamento porque además de salvar 80 vidas a día y más de 29.000 cada año en España, ayuda a más de 130.000 personas a que puedan seguir viviendo y con mejor calidad de vida. Es un “medicamento genérico” que no se puede fabricar, y que conseguimos gracias al altruismo y la solidaridad de todas las personas que se convierten cada día en donantes,

Donar sangre es el ejercicio más solidario y saludable que todos podemos hacer de forma anónima, por lo que nunca está de más recordar que siempre es el momento adecuado para hacerlo: las Navidades, los fines de semana, las vacaciones de Semana Santa, y ahora especialmente, antes de irnos a disfrutar de nuestras merecidas vacaciones de verano.

Una donación de sangre, salva tres vidas

Durante el verano la sangre es mucho más necesaria por el aumento de las intervenciones quirúrgicas consecuencia de los accidentes de tráfico; pero no solo se utiliza en quirófano, sino en la mayoría de los hospitales de día, donde un sinfín de personas que están luchando contra el cáncer y muchas enfermedades hematológicas, ganarán la batalla a la muerte gracias a la donación de una persona, porque “una donación salva tres vidas”.

Sencillo y con beneficios también para el donante

En menos de una hora y sin necesidad de estar en ayunas, podemos donar en un proceso que es tan seguro que podemos repetirlo cada tres meses si se trata de un hombre y cada cuatro si es una mujer. Además, después de cada donación, nos enviaran a casa un informe del análisis que se realiza a nuestra sangre, así que, además de la satisfacción personal que conlleva, también salimos beneficiados como donantes

La sangre caduca en menos de 30 días

No, no hay excusa para no ser donante de sangre, porque todo son ventajas y no hay ningún inconveniente. Además, estamos hablando del medicamento que es esencial e imprescindible para la vida, pero que caduca en menos de 30 días, razón de más para que entre todos aprovechemos cualquier oportunidad para recordar la importancia de continuar donando nuestra sangre, así que…“¡dona sangre antes de hacer las maletas, merece la pena!”.