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10 reglas de oro para una Navidad sin sustos

Apúntate este decálogo de consejos y tendrás unas navidades felices y un buen comienzo de año

10 reglas de oro para una Navidad sin sustos

Publicado por
Dr. Jesús Sánchez Martos

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Algo que cada uno de nosotros deseamos a todos durante estas fechas, es el deseo de una Feliz Navidad y un Próspero Año Nuevo. Para ello es fundamental cuidar nuestra salud así que no está de más, recordar los diez puntos esenciales de nuestro “Decálogo Saludable” durante estas fiestas.

1- Revisar el botiquín y evitar la automedicación

Con mucha frecuencia guardamos nuestras medicinas en una caja a modo de botiquín y con los medicamentos fuera de sus envases por lo que a veces no recordamos para que los debemos utilizar. Por eso, la recomendación básica es que “cada medicina en su caja y con su prospecto” y retirar todas las medicinas caducadas para llevarlas al punto SIGRE de la farmacia, con lo que estaremos contribuyendo a disminuir la contaminación ambiental y a garantizar los objetivos de la reciente Cumbre del Cambio Climático. Un poco que hagamos cada uno de nosotros, es mucho para todos.

Es fundamental que, para evitar la automedicación, todos los medicamentos que nos hayan sobrado después de un tratamiento específico, los llevemos también al punto SIGRE.

Y recordemos que hay que guardar nuestro botiquín en un sitio que conozcamos todos, que no tenga mucho calor ni humedad y lejos del alcance de los niños.

¿Botiquín con llave? No es recomendable porque cuando necesitemos un medicamento con cierta urgencia y estemos algo nerviosos es posible que no recordemos donde hemos guardado la llave del botiquín.

2- Evitar los accidentes domésticos

Durante las Navidades, como en cualquier otra época de vacaciones, convivimos más personas en el mismo espacio (en la cocina, en el comedor, en el salón) y eso da lugar a que aumenten las quemaduras, las heridas y las caídas de nuestros niños y mayores, que entre todos podemos evitar con solo poner en práctica nuestro sentido común.

Un reciente estudio nos confirma de nuevo que los períodos de vacaciones y especialmente el de Navidad, constituyen el mayor factor de riesgo para que sucedan los accidentes domésticos, que siempre son “causales” y no “casuales” y que aparecen en más del 30% de los hogares españoles, siendo la cocina el lugar con el que se dan con más frecuencia, alcanzando incluso el 65% de todos ellos.

Al margen de los empachos y resacas, los accidentes más frecuentes se deben a caídas, golpes, cortes y hemorragias, quemaduras, intoxicaciones alimentarias y envenenamiento accidental por productos de limpieza, además de los atragantamientos que pueden llegar incluso a comprometer la vida de una persona si no sabemos actuar con rapidez y eficacia.

Y en todos estos casos, mejor llamar al 112 y acudir al Centro de Salud que esté de guardia cerca de nuestro domicilio, y no a los servicios de urgencia de los hospitales.

3- Mucho cuidado con las comidas

Lo mejor es evitar comer en exceso y en la medida de lo posible elegir los platos con alimentos más frescos, menos elaborados y no desestimar acompañar a las carnes o pescados con una buena dosis de verduras u hortalizas en vez de salsas ricas en grasas como mahonesa, o guarnición como patatas o algún otro tipo de fritos.

Y mucha mesura con los dulces: turrones, mazapanes, rosquillas, churros, bombones, tartas, roscón de Reyes... En Navidad hay un sinfín de tentaciones para los más golosos y hay que disfrutar de estos alimentos, por supuesto, pero teniendo en cuenta que la mayoría de los kilos de más que podemos coger en estas fiestas pueden tener como origen esos postres y dulces. No es bueno atiborrarse de ellos tras una comida o cena copiosa. Como siempre en la mesura está la virtud para nuestra salud. Pero si a pesar de todo los excesos nos llevan a esa desagradable situación del “empacho”, lo mejor es tomar algún protector gástrico tipo Omeprazol, dejar reposar a nuestro aparato digestivo evitando comer alimentos sólidos durante al menos 24 horas, y tomar caldos, infusiones o sopas calientes, además de una buena hidratación con bebidas isotónicas.

4- Intoxicaciones

Indispensable tener siempre a mano en nuestro móvil, en el botiquín y en un imán pegado a la puerta de la nevera el teléfono del Instituto Nacional de Toxicología: 91 562 04 20

Funciona las 24 horas del día y ante cualquier problema de urgencia como una intoxicación alimentaria o un envenenamiento accidental de nuestros niños, seremos atendidos por profesionales altamente cualificados y no por una grabación, que es el peor enemigo cuando tenemos necesidad urgente de que alguien nos ayude a solucionar nuestro problema. Nos aconsejarán que debemos hacer en cada caso y lo más importante: lo que no debemos hacer para empeorar la situación, algo que ocurre con demasiada frecuencia.

5- Nunca dejar solos a nuestros mayores

Lamentablemente cada año son más frecuentes los casos de personas mayores que se sienten solos y aislados por diferentes motivos,que conviene que cada uno de nosotros, y desde nuestra responsabilidad familiar, reflexionemos seriamente.

No es lo mismo la “soledad buscada” que la “soledad obligada”. Ciertamente la “soledad buscada” es siempre positiva y saludable, porque todos necesitamos esos momentos en los que deseamos estar solos para tratar de cargar pilas de una forma determinada y sobre todo, elegida por nosotros mismos.

Pero la “soledad obligada”, además de ser siempre negativa, puede desencadenar muchas situaciones peligrosas para nuestra salud, como la ansiedad, la depresión e incluso el suicidio.

Siempre es buen momento para reflexionar sobre este tema, pero las Navidades pueden ser el momento ideal porque genera tristeza en muchas personas

6- Al volante, “tolerancia cero” con el consumo de alcohol

Las campañas contra el alcohol nos recuerdan “beber con moderación”, y siempre me pregunto que significa realmente “moderación”, porque para unas personas puede significar algo diferente que para otras. Por eso creo que es mejor recordar que “debemos beber alcohol con responsabilidad”, un término que nos obliga a reflexionar en cuanto a los riesgos para nuestra salud, y especialmente para el resto de las personas con las que vamos a convivir durante estas fechas, además de que esa responsabilidad también influirá con seguridad a disminuir los tan frecuentes accidentes de tráfico.

El alcohol, además de “no ser cardiosaludable”, no es un buen compañero de viaje porque es el responsable de muchos accidentes y también de las desagradables resacas que alteran nuestra salud y no nos permiten disfrutar de las Navidades.

Y si aparece la resaca, nada de tomar alcohol como se sigue aconsejando en internet y las redes sociales con el famoso “Bloody Mary”, y que se conoce como el “cóctel del día después”. Lo mejor es quedarse en reposo en casa, con una buena hidratación y algún analgésico como el paracetamol, pero no el ibuprofeno que puede dañar aún más la mucosa del estómago que ya hemos castigado con el abuso de alcohol.

La mejor recomendación saludable es no beber con el estómago vacío, intentar disminuir el consumo de bebidas de alta graduación y evitar las mezclas de estas bebidas con las espirituosas, ya que los efectos del alcohol se van a potenciar y esa mezcla explosiva es altamente peligrosa para nuestra salud y la de los demás. El vino y la cerveza pueden ser una buena opción, si bien también hay bebidas “cero alcohol” con las que podemos pasar un buen rato, ya que para divertirse no es necesario el alcohol.

Y mucho cuidado con la mezcla tan frecuente de alcohol con esas “bebidas energéticas”, porque en lugar de “darnos alas”, son estimulantes que enmascaran los efectos del alcohol en nuestro organismo. Nos encontraremos mejor, más animados, como si no hubiéramos bebido tanto alcohol, pero en definitiva el grado de alcohol en sangre afectará directamente sobre nuestros reflejos y será el causante de un accidente de tráfico. En definitiva, esas bebidas que nos venden para “darnos alas”, con mucha frecuencia son las causantes de que “nuestro vuelo sea demasiado corto”.

Y como nos decía Steve Wonder en 1985, “si bebes no conduzcas”. Los que peinamos canas deberíamos tomar el ejemplo cada vez más frecuente de nuestros jóvenes, que antes de salir de copas, deciden quien de ellos no beberá alcohol porque será quien conducirá el coche.

De todos modos, lo mejor es que entre todos consigamos esa necesaria “tolerancia cero” al consumo de alcohol al volante.

7- Pasear con nuestros seres queridos y hacernos propósitos saludables

El ejercicio físico siempre es saludable y esta es una época genial para pasear con nuestros hijos y nietos, con nuestras parejas y amigos, para visitar belenes y exposiciones. Pasear, además nos ayudará a que nuestro corazón funcione mejor, a controlar nuestro peso, la hipertensión, la diabetes y el exceso de colesterol.

También las Navidades y especialmente esa noche mágica del fin de año, suele ser un buen momento para que podamos hacer a nosotros mismos algún propósito saludable como dejar de fumar, empezar a realizar ejercicio físico y modificar nuestros hábitos alimentarios para controlar el peso.

8- Abrigarnos, taparnos la boca y tener mucho cuidado con los cambios de temperatura

El frío, la lluvia y los cambios bruscos de temperatura de estos días, son los causantes del aumento de los catarros, resfriados y neumonías, además de las crisis asmáticas. Y por supuesto de que aumenten los casos de gripe, que podemos evitar con solo recordar que todavía estamos a tiempo de vacunarnos en nuestro Centro de Salud.

Son fechas en las que salimos de noche de un lugar a otro, por lo que lo mejor es ir abrigado “en capas de cebolla” y con la boca tapada como nos recomendaban nuestras abuelas.

9- Buen momento para donar sangre y médula ósea

Las Navidades están impregnadas de buenos deseos y de solidaridad. Por ello es un buen momento para donar sangre y médula ósea, sobre todo porque son las fechas en las que se producen más accidentes de tráfico y la sangre es más necesaria.

Recordemos que una sola donación de sangre, que solo nos llevará 30 minutos y salvará 3 vidas, contribuirá además a que nos sintamos mucho más reconfortados y felices

10- Mucho trato, poco plato y mucha suela de zapato

Cerramos este Decálogo Saludable con este último punto que es fundamental para poder disfrutar de forma saludable de nuestras navidades.

Mucho trato, porque es muy saludable evitar la soledad y socializar nuestro tiempo con nuestros seres queridos. Hablar, charlar, compartir nuestras confidencias…es el mejor tratamiento para evitar esa “soledad obligada”.

Poco plato, porque los abusos nunca son recomendables, y estas fechas nos invitan a que sin darnos cuentas abusemos de muchos alimentos que luego serán los responsables de esos 2-4 kilos que nunca son bienvenidos.

Mucha suela de zapato, porque el ejercicio siempre es saludable y merece la pena utilizar nuestro tiempo libre de las Navidades para mover el esqueleto.

Y una última recomendación para contribuir a mejorar la optimización de nuestros recursos necesarios: como todos los días del año, disponemos de varios Centros de Salud que están de guardia por las noches y los fines de semana donde nos atenderán profesionales debidamente entrenados para todo tipo de urgencias. Por eso, si nos encontramos ante una situación de urgencia, lo mejor será llamar al 112 y acudir a estos Centros de Salud y no directamente a los Servicios de Urgencia de los Hospitales, que demás estarán muy saturados durante estas Navidades.

Jesús Sánchez Martos

Catedrático de Educación para la Salud

Universidad Complutense de Madrid