¿Sabías que Sanidad financia algunos medicamentos para dejar de fumar?
Los fumadores no son "viciosos", son personas que padecen dos enfermedades reconocidas
Como si de un regalo de Reyes para los fumadores se tratara, la anterior ministra de Sanidad, María Luisa Carcedo, decidió, antes de dejar el cargo, financiar dos de los tres medicamentos que han demostrado su eficacia para dejar de fumar desde hace mucho tiempo.
Lo cierto es que la lucha contra el tabaco siempre ha tenido un protagonismo especial durante las fiestas navideñas; en diciembre de 2005, la LEY 28/2005, de 26 de diciembre, de medidas sanitarias frente al tabaquismo y reguladora de la venta, el suministro, el consumo y la publicidad de los productos del tabaco que fue modificada el 30 de diciembre de 2010, con la Ley 42/2010, de 30 de diciembre, por la que se modifica la Ley 28/2005, de 26 de diciembre, de medidas sanitarias frente al tabaquismo y reguladora de la venta, el suministro, el consumo y la publicidad de los productos del tabaco. Medidas desde luego muy meritorias para luchar contra el tabaco, pero que como nos temíamos muchos, se quedaban cortas si no se incluía la financiación de los medicamentos que han demostrado su eficacia clínica para luchar contra este gran problema de salud pública.
¿Por qué debe financiar la Sanidad Pública los tratamientos para dejar de fumar?
El rigor de la medicina basada en la evidencia científica, nos demuestra que el tabaco es el directo causante del “tabaquismo” una enfermedad que se debe considerar como el principal factor de riesgo del cáncer de pulmón y otros muchos, y causante de enfermedades como la EPOC (enfermedad pulmonar obstructiva crónica), la bronquitis crónica, el enfisema de pulmón y las enfermedades cardiovasculares como el infarto de miocardio, lo que sin duda alguna supone “para todos” un verdadero problema de Salud Pública.
Pero esto no significa que el único “culpable y responsable” sea el fumador, al que desde todos los ámbitos se acorrala y persigue desde hace tiempo como si se tratara de un verdadero “apestado”, olvidando que en realidad se trata de un enfermo que necesita un tratamiento médico eficaz.
Los fumadores no son viciosos, sino verdaderos enfermos
Debemos erradicar la idea de que una persona fumadora es una “viciosa”, porque en realidad se trata de alguien que sufre dos enfermedades aceptadas por la O.M.S. y todas las sociedades científicas de todo el mundo: el tabaquismo y la adicción a la nicotina que llega a ser incluso 5 veces más potente que la adicción a la heroína. Dos enfermedades que de no poner remedio se convierten en poco tiempo en enfermedades crónicas.
Por cierto, son personas que padecen estas enfermedades como consecuencia de consumir una sustancia que el propio estado protege y que ayuda a distribuir y comercializar, aunque sea de forma indirecta, y que, gracias a los impuestos de su venta, hoy está considerada como la 5ª fuente de ingresos del Estado, superando los 9.000 millones de euros.
Financiando su tratamiento médico, contribuiremos a disminuir la segunda causa de muerte en España, y por supuesto y a pesar de que existen opiniones en contra, también estaremos disminuyendo el alto coste al que tiene que afrontar la Sanidad Publica al tratar las enfermedades y sus complicaciones. ¿No es mejor prevenir que tratar?
“Más vale tarde que nunca” y “nunca es tarde si la dicha es buena”
Recordando nuestro sabio refranero español, “más vale tarde que nunca”; somos muchos profesionales y sociedades científicas los que desde hace muchos años hemos reclamado la financiación del tratamiento del tabaquismo, porque existen medicamentos eficaces, algo que desde hace dos años viene haciendo el gobierno de Navarra y con excelentes resultados. También merece la pena recordar otro refrán popular: “nunca es tarde si la dicha es buena”; aceptando que en ese caso la “dicha” son los medicamentos eficaces con los que contamos, es verdad que nunca es tarde, por lo que agradecemos la medida política de un gobierno en funciones, aunque se haya tomado de una forma algo tímida y obligada por los estudios científicos publicados.
Si recordamos, en Septiembre la misma ministra en funciones, aseguraba que se iba a financiar uno solo de los medicamentos, concretamente la Vareniclina (nombre comercial ChampixR) que comercializa Pfizer, olvidando los otros dos medicamentos que se utilizan en clínica por su eficacia demostrada. Ya entonces, la mayoría de las sociedades científicas y profesionales sanitarios agradecimos la medida, pero nos preguntábamos las razones de esa decisión un tanto arbitraria. Pero… “rectificar es de sabios” y la ministra debe haber reflexionado y escuchado a los expertos, y finamente ha corregido su decisión política, aprobando también la financiación de Bupropion (nombre comercial ZyntabacR comercializado por GlaxoSmithKline), que ya está libre de patente por lo que contamos con genéricos, igual de eficaces, pero más económicos.
¿Por qué no se financian también los medicamentos sustitutivos de la nicotina?
Bienvenida esta decisión de la ya exministra, pero sigue siendo una decisión un tanto tímida e inexplicable. ¿Por qué no se financia también la tercera línea de medicamentos que han demostrado su eficacia para dejar de fumar? Los conocidos como “medicamentos sustitutivos de la nicotina”, que se presentan en forma de parches transdérmicos, chicles o comprimidos para chupar y espráis orales. Una pregunta que no solo nos hacemos una gran mayoría de profesionales, sino que también se hacen muchas sociedades científicas, y entre otras, la Sociedad Española de Especialistas en Tabaquismo y la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria. ¿Tendremos que esperar al regalo de las navidades de este nuevo 2020? Siempre nos quedará recordar que… “a quien espera, su bien le llega”.
Jesús Sánchez Martos
Catedrático de Educación para la Salud
Universidad Complutense de Madrid