El Coronavirus dispara la ingesta de ansiolíticos
Tras un año de pandemia tenemos más de 100.000 muertos y 6 millones de parados, lo que ha llevado a multiplicar por 3 el consumo de medicamentos antidepresivos y ansiolíticos.
Insomnio, dolor muscular, ansiedad, depresión… La pandemia del coronavirus ha supuesto una fuerte merma de la salud de la sociedad y se ha traducido directamente, según el Consejo General de Colegios Farmacéuticos, en que durante 2020 casi se haya triplicado el consumo de medicamentos antidepresivos y ansiolíticos. Éstos se consumen siempre bajo receta médica, y han tenido picos en el consumo de hasta el 15% durante la primera y segunda olas de la pandemia. El impacto emocional se evidencia también en las consultas de Psiquiatría, cuya demanda ha aumentado un 25%.
Y es que la última encuesta del CIS sobre la salud mental de los españoles después de soportar un año al COVID-19 revela que el 23% de la población ha sentido mucho o bastante miedo a morir debido al coronavirus (un 18% entre los hombres y un 28% entre las mujeres). Por edad, los que más miedo han sentido a morir a causa del COVID-19 son las personas de 55 a 64 años (un 26%). Un 69% ha sentido mucho o bastante miedo a que pueda morir algún familiar o ser querido y un 72% reconoce que ha sentido mucha o bastante preocupación de que se contagien.
Diversos problemas de salud
También se ha preguntado si desde que empezó la epidemia se han sentido mal por algún motivo. Un 42% de los encuestados ha tenido problemas de sueño", un 52% ha reconocido sentirse cansado o con pocas energías y un 39% ha tenido dolores de cabeza, entre otros problemas como taquicardias, mareos o desmayos. Además, en este último año un 61% de los españoles se siente más preocupado por su salud que antes, siendo de gran ayuda en estos momentos contar con un seguro médico de salud, como el de Vivaz por ejemplo, para consultas y ayuda en caso de necesidad.
También se han reflejado cambios en el comportamiento de los niños y adolescentes. Un 52% de los padres que tienen hijos menores de edad con los que han convivido durante la pandemia han notado cambios en la manera de ser de sus hijos. De aquellos que han notado algún cambio en el comportamiento de sus hijos o nietos convivientes, un 73% asegura que sus hijos o nietos han sufrido cambios de humor, un 77% “cambios en los hábitos de vida y un 30% cambios en el sueño.
La Sociedad Española de Neurología estima que más de 4 millones de personas en el país sufrían algún trastorno de sueño crónico y grave antes de la pandemia. Tras un año de convivir con la incertidumbre y con tantas libertades cortadas de cuajo, los psicólogos estiman que las consultas han llegado a incrementarse un 30% este último año porque los pacientes necesitan técnicas donde refugiarse ante las preocupaciones que han aumentado exponencialmente con la crisis sanitaria. El covid-19 ha traído desconfianza a las relaciones sociales, en el contacto físico y un encierro en casa demasiado limitante, además de la incertidumbre laboral que todo lo impregna ya.