Las claves del estilo de Isabel II, una reina con gustos muy definidos
La reina más longeva de la historia impulsó una manera de vestir tan personal que se convirtió en una de sus principales características
Isabel II fue una reina de armas tomar en todos los sentidos. Su insistencia en permanecer en el trono hasta el final lo demuestra. Tampoco se dejó influir por modas o estilos. Ella tenía el suyo propio que convirtió en una de sus principales señas de identidad. Estas son las claves:
Conjuntos monoblock
Aunque esta tendencia se acentuó con la edad, lo cierto es que desde muy joven la Queen por excelencia siempre tuvo predilección por armar sus estilismos en base a un único color.
Aunque esta preferencia fue tachada en multitud de ocasiones como de falta de originalidad o de inseguridad al mezclar colores, lo cierto es que se sentía favorecida y además, como ella misma declaró en una de las pocas ocasiones en las que habló del tema, le ahorraba tiempo.
Su gusto por los colores pastel y por los tonos fuertes le rejuvenecían y no renunció a ellos cuando llegó a una edad en que las mujeres, normalmente, prefieren paletas más discretas.
Sombreros
Excepto en las cenas de gala, en las que lucía las fabulosas diademas de la casa Windsor, rara era la vez en la que se dejaba ver en público sin uno de sus sombreros. Su colección asciende a más de cinco mil, la mayoría elaborados por el diseñador británico Philip Somerville bajo dos premisas: el ala del sombrero no debía tocar el abrigo ni entorpecer su visión
Joyas
Isabel II no fue una reina a la que le gustara ostentar de joyas. Evidentemente utilizaba el joyero real cuando la ocasión lo requería, pero para todo lo que no eran ceremonias de gala siempre llevaba un collar de perlas de tres vueltas, que le regalo en 1935 su abuelo, el rey Jorge V, y una gran variedad de broches, piezas por las que sentía una enorme predilección.
Pieles
Desde muy joven mostró su gusto por los accesorios de piel, desde abrigos hasta estolas. Con el paso de los años y seguramente por influencia de su hijo Carlos, la monarca dejó de lucirlas en público de manera habitual ya que ofrecía una imagen poco acorde con el movimiento de protección animal. Sin embargo, sí siguió usándolas en algunos detalles como remate de mangas o ala de sombrero
Bolsos
Mucho se ha hablado de los bolsos de Isabel II de Inglaterra y de cómo los utilizaba de diferentes maneras para comunicarse en “secreto” con sus colaboradores más fieles – si se lo pasaba de una mano a otra significaba que estaba a punto de terminar una conversación; si lo apoyaba en el suelo era una señal para su dama de compañía para que fuera a rescatarla de una conversación que no le interesaba, y cuando lo dejaba encima de la mesa estando en un evento, estaba avisando a sus guardaespaldas de que estaba lista para marcharse–.
Tenía más de 64, casi todos cortados por el mismo patrón: de cuero negro y asa corta. Se los fabricaba la casa Launer desde hace más de 60 años