Probióticos y prebióticos, ¡qué lío!
Cuándo tomar cada uno y los beneficios de incluirlos en la dieta
En los últimos años, los probióticos y prebióticos han ganado popularidad como una forma de mejorar la salud intestinal y fortalecer el sistema inmunológico. Pero, ¿sabes realmente cuál es la diferencia entre ellos y cuándo es mejor tomar uno u otro? En este artículo, profundizaremos en las características de cada uno, sus beneficios y en qué alimentos puedes encontrarlos.
Probióticos vs. Prebióticos: ¿Cuál es la diferencia?
Los probióticos son alimentos o suplementos que contienen microorganismos vivos y se encuentran en algunos alimentos fermentados como yogurt, chucrut, kimchi, miso o soja fermentada, kéfir y kombucha entre otros.
Los prebióticos, por su parte, son fibras no digeribles que se encuentran en algunos alimentos como cebolla, ajo, plátanos verdes, alcachofas, espárragos y legumbres.
¿Cuándo es mejor tomar probióticos y cuándo prebióticos?
La respuesta a esta pregunta dependerá de tus necesidades y objetivos personales. Si está experimentando problemas digestivos, como diarrea, estreñimiento o refrigeración, es posible que los probióticos sean más beneficiosos para usted. También son una buena opción si has tomado antibióticos recientemente, ya que estos medicamentos pueden matar tanto bacterias buenas como malas en el intestino.
Algunos de los beneficios de los probióticos incluyen:
Mejora de la digestión y reducción del riesgo de diarrea y estreñimiento.
Fortalecen el sistema inmunológico y reduce la inflamación en el intestino.
Ayudan a prevenir infecciones del tracto urinario y vaginales.
Pueden mejorar los síntomas de alergias y asma.
Ayudan a reducir el colesterol y mejorar la salud cardiovascular.
Para incluir probióticos en tu dieta, puedes optar por los alimentos fermentados que ya hemos mencionado antes como yogurt, chucrut, kimchi, miso o soja fermentada, kéfir y kombucha.
Por el contrario, si tu objetivo es mejorar la salud de tu microbioma intestinal a largo plazo, los prebióticos pueden ser una buena solución ya que al alimentar las bacterias beneficiosas en el intestino, ayudan a mantener un equilibrio saludable en la flora intestinal y reducir el crecimiento de bacterias dañinas mejorando la absorción de nutrientes.
Para obtener prebióticos, es recomendable incorporar alimentos ricos en fibra como puerros, piña, cebolla, zanahorias crudas, plátanos verdes, alcachofas, espinacas, pan integral, espárragos y legumbres.
Además. También están disponibles en forma de polvos y cápsulas y son muy fáciles de encontrar en las tiendas de suplementos.
Entre otros beneficios de los prebióticos podemos encontrar:
Mejoran la absorción de nutrientes, incluyendo calcio y magnesio.
Reduce la inflamación en el intestino y mejora la función intestinal.
Ayudan a prevenir la obesidad y la diabetes tipo 2.
Mejoran la salud del corazón al reducir los niveles de colesterol y triglicéridos.
Fortalecen el sistema inmunológico.
En resumen y teniendo en cuenta que tu intestino es uno de los ecosistemas más densamente poblados de la Tierra con 100.000 millones de bacterias, cuidar el microbioma intestinal es crucial para mantener una buena salud en general y aunque los efectos secundarios son poco frecuentes y la mayoría. de los adultos sanos pueden incorporar con seguridad alimentos que contienen prebióticos y probióticos a su alimentación, no olvides consultar a un especialista antes de tomar cualquier decisión.