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J.J Santos, Nico Abad y Lobato: el top de linchamientos a narradores

A buenas horas iba a haber durado treinta años como narrador deportivo José Ángel de la Casa en los tiempos de Twitter. Comentar un acto se ha convertido en un riesgo de ser linchado.

J.J Santos, Nico Abad y Lobato: el top de linchamientos a narradores

Publicado por
Redacción

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Las redes sociales han promovido que la figura del narrador deportivo, durante años puesto privilegiado en las redacciones, ya que éstos conseguían prestigio y sueldo, ahora se haya convertido en una profesión impracticable. Está claro que José Ángel de la Casa no hubiese aguantado treinta años narrando en TVE si hubiese utilizado en esta etapa Twitter.

Y es que los diferentes narradores han sufrido auténticos linchamientos públicos por su supuesta falta de objetividad o por hipotéticos falta de conocimiento en el deporte en cuestión. Uno de los primeros en sufrir estas campañas fue J.J. Santos, jefe de deportes de Mediaset, que no tuvo más remedio que apartarse de la narración de los partidos en Telecinco por las salvajes críticas que sufrió. Santos decidió apartarse entonces a un segundo plano y fichar a Paco González para cubrir los grandes eventos.

También en Mediaset lo pasa mal Nico Abad, al que los puristas del motor critican por su desconocimiento sobre el mundo del motociclismo. Aun así los palos ni se acercan a los de Antonio Lobato, que ha sufrido mil y una campañas en las redes sociales por su querencia por Fernando Alonso que ha motivado innumerables chistes sobre su "amor" por el piloto.

Pero motor aparte, el fútbol es lo que levanta más pasiones, cosa que han soportado con educación Carlos Martínez, mítico narrador del Plus, y Juan Carlos Rivero, narrador de TVE, que son tildados habitualmente de "culé" y "merengue" respectivamente.

En este terreno Manu Carrreño o Antonio Esteva, narradores habituales de Mediasety Atresmedia, también saben lo que son los tuiteros cabreados, aunque no tanto comoManolo Lama, que cada vez que escribe en la red social ve como le recuerdan la anécdota del mendigo alemán.