García Ferreras y Ana Pastor dan sopas con honda a Javier Ruiz

El sábado pasado Cuatro cumplió diez años en antena. Lejos queda aquel proyecto que lanzó Prisa en 2005, cuando "el imperio", todavía fuerte e influyente, creyó en un proyecto de televisión de calidad. No tardaron en llegar formatos innovadores como Noticias Cuatro, El Hormiguero, Callejeros, Cuarto Milenio, Fama, Password o Noche Hache.

Pero llegó la crisis y en 2010 Prisa se vio obligada a desprenderse de su ansiada televisión en abierto, en una operación que dejó cientos de millones de euros en unas arcas que ya gestionaba Juan Luis Cebrián. Y Mediaset se hizo con el control de Cuatro, evidenciando desde el minuto uno que la innovación, la apuesta por la producción propia y los presupuestos se iban a rebajar en una cadena que dejaba de ser la joya de la corona de Prisa para convertirse en "La 2 de Mediaset".

En los últimos años La Sexta, que había llegado hasta el proyecto de Atresmedia con evidentes síntomas de agotamiento tras jugarse casi todo a la carta del fútbol, le ha dado un repaso con la actualidad como caballo ganador.

Cuatro por su parte apostó por el entretenimiento. No hay más que coger un periódico cualquiera y ver la programación de este lunes; mientras La Sexta ha arrancado la programación en directo antes de las diez de la mañana, cubriendo la votación catalana, Cuatro ha decidido mantener su programación habitual.

O lo que es lo mismo; mientras La Sexta emite hoy trece horas de producción propia con Antonio García Ferreras y Ana Pastor llevando la voz cantante, Cuatro se queda en poco más de siete, con Javier Ruiz y sus Mañanas casi solo ante el peligro. Prácticamente la mitad.

Esta decisión ha conllevado en parte una pérdida de una identidad que se había labrado a pulso, cicatriz que se nota cada día y lo notan en sus audiencias, ya que La Sexta ha batido a su rival directo en quince de los últimos veinte meses de competición.

Para intentar cambiar la dinámica, Cuatro prepara el estreno de un reality de monjas novicias, un docu-show con el chef David Muñoz, un coaching sobre rupturas sentimentales y otro sobre bullying, dos espacios de reportajes apadrinados por dos ex de Callejeros, un espacio de sketches con Joaquín Reyes y el estreno de varias series americanas de acción. En definitiva, que las noches electorales las seguirá ganando La Sexta.