El sectarismo de TV3 pone en pie de guerra a las teles autonómicas
Telemadrid, Canal Sur y el resto de socios de la FORTA están hartos del mal ejemplo dado por la cadena pública catalana, que no disimula su adscripción al proceso independentista.
Artur Mas ha convertido a TV3 en su rehén.
La Federación de Organismos o Entidades de Radio y Televisión Autonómicos (actualmente integrada por TV3, Canal Sur, Telemadrid, Televisión de Galicia, IB3 de Baleares, Euskal Telebista, Radiotelevisión Canaria, Castilla La Mancha Televisión, 7 Región de Murcia, Aragón Televisión y TPA de Asturias), que preside el gallego Alfonso Sánchez Izquierdo, está padeciendo el giro radical en la línea informativa de TV3 y toda la Corporación Catalana de Medios.
Según fuentes solventes de FORTA consultadas por ESdiario, desde hace meses el descontento es total en el departamento de envíos informativos, que se encarga del intercambio diario de videos, noticias, totales y recursos de imágenes que se distribuyen a las televisiones asociadas. Un malestar provocado por el sectarismo de TV3 a la hora de informar sobre la deriva independentista y que se refleja en el tratamiento de las piezas enviadas con especial cobertura al entorno de Artur Mas y Junts pel Si en detrimento de los constitucionalistas.
De hecho, explican las mismas fuentes, "pese a la petición expresa en las escaletas de envíos diarios, el apagón informativo a los constitucionalistas es casi total y por el contrario nos distribuyen declaraciones del bloque independentista, aun sin solicitarlas". Esta situación ha provocado que muchas de las televisiones autonómicas tengan que hacer uso de otras agencias de noticias o desplazar a sus enviados especiales para evitar la parcial y sesgada versión de TV3.
Actualmente la falta de confianza con la televisión catalana es absoluta y las quejas hacia su política informativa, que está incluso afectando económicamente al resto de televisiones autonómicas, se han generalizado en todos sus asociados. Según las citadas fuentes, se ha requerido y remitido las quejas en numerosas ocasiones a los responsables de producción y de informativos de TV3 sin que hasta la fecha se haya puesto remedio.
Lo peor de todo es que en FORTA no esperan que la situación revierta o mejore mínimamente y tan sólo, dado el enorme peso de TV3 tanto histórico como económico, les queda el recurso del pataleo y el de seguir transmitiendo las quejas a la espera de que cambie la situación de sesgo informativo. Podría haber ruptura, pero de momento la cuerda aguanta. Desgastada, eso sí.