Prisa y Gabilondo vuelven a las andadas: "Operación 20D" contra el PP
El imperio de Cebrián pretende utilizar nuevamente una guerra para dar un vuelco a los sondeos, como en 2004; pero esta vez el PP ha visto venir de lejos la maniobra.
"Yo en el año 2004 fui de los que participé de una manera muy activa, muy directa, muy guerrera contra la guerra; no a la guerra. Sí, me parecía evidente. Creo, sigo creyendo que fue un crimen, una invasión criminal y además fue un auténtico desastre político". Así rememoraba Iñaki Gabilondo el martes en la SER su papel protagonista en aquella operación de acoso y derribo al Gobierno de José María Aznar muñida por Prisa en 2004.
Bien recuerdan los dirigentes del PP y sus centenares de miles de afiliados cómo El País y la SER azuzaron la calle con los famosos pásalo y cómo contribuyeron al asedio de las sedes populares en plena jornada de reflexión.
De nuevo Prisa, que no hace tanto suplicaba ayuda a Soraya Sáenz de Santamaría para aliviar su asfixia económica, vuelve a las andadas. Vuelve a pretender utilizar una guerra, la que DAESH ha declarado a Occidente -y no al revés-, para invertir los sondeos y descabalgar a Rajoy. Pero esta vez el PP ha visto venir de lejos a Juan Luis Cebrián.
La información que la semana pasada llevaba en su portada contando un supuesto ofrecimiento del Ejecutivo a Francia para relevar a sus tropas en África -desmentida por activa y por pasiva por el Gobierno, para rabieta del diario- fue el primer aviso. Pero en las últimas 48 horas Prisa se ha desatado. Hablaba este jueves en la emisora el propio Gabilondo de "silencio sangrante" del Ejecutivo y denunciaba que los españoles van a ir a votar como los tres monos sabios, "ciegos, sordos y mudos".
¿Qué pretende Prisa? Forzar a Rajoy a que dé un paso en falso y anuncie por su cuenta y riesgo su participación, sea en los términos que sea, en la intervención militar promovida por François Hollande. Con los agravantes de unas Cortes disueltas y un Gobierno en el tiempo de descuento. Ello le daría a Pedro Sánchez la coartada perfecta para sumarse a un No a la guerra que a día de hoy el PSOE, por coherencia, no puede abrazar. Pero que le vendría muy bien.
Rajoy no va a morder el anzuelo de Cebrián, por más que insistan El País y la SER
Para el presidente hacer tal cosa sería un auténtico suicidio, un anzuelo que no tiene la más mínima intención de morder. Es más. no sólo no habrá tal anuncio, sino que cualquier decisión que hubiera de tomarse antes de las elecciones generales sería consensuada con las principales fuerzas políticas. Lo que deja al PSOE atado de pies y manos y a Podemos como único partido agarrado a la pancarta. De hecho este miércoles Pablo Iglesias se sumó al manifiesto No en mi nombre, cuyos firmantes se manifestarán el sábado en Madrid.
Esta vez Prisa no va a pillar al PP, pero su agitación y propaganda están en marcha. No había más que leer el editorial publicado por su periódico este miércoles bajo el título No se puede esperar. "El Gobierno debe explicar sus planes contra el terrorismo del ISIS"; "La marcha atrás del Gobierno respecto al apoyo a Francia en su lucha contra el terrorismo del autodenominado Estado Islámico (eso de marcha atrás es la versión de El País) ha llevado a que algunos líderes políticos opten por el silencio o la ambigüedad sobre el asunto hasta que pasen las elecciones generales. Algo que no se merecen los ciudadanos, que tienen derecho a conocer las propuestas concretas de los partidos antes de votar"; "Esa voluntad de acuerdo no debe servir de excusa para escatimar a los ciudadanos la posición de los candidatos a la presidencia del Gobierno sobre un asunto de tanta gravedad e importancia", decía.
Y el de este jueves sigue con la matraca de la "falta de seriedad del presidente": "El anuncio del envío de 650 militares alemanes a Malí, para aliviar las tareas de las fuerzas francesas, deja aún más en evidencia la ambigua actitud del Gobierno de Rajoy. ¿A qué espera, exactamente?". E incluso habla El País de sí mismo: "José Manuel García-Margallo, se permite decir que EL PAÍS no va a fijar la estrategia del Gobierno español. Nada más lejos de nuestra intención: lo que hace falta saber es si existe tal estrategia".
En paralelo, las principales voces de la SER también están presionando desde las ondas. Especialmente en su programa estrella, Hoy por Hoy, cuyas tertulias de los últimos días se han convertido en un pim pam pum contra Rajoy por no retratarse. "A menos de un mes de unas elecciones, queremos saber, debemos saber cuál es la posición del partido mayoritario en España, su posición exacta ante la coalición internacional que se está formando para no llevarnos sorpresas si vuelve a gobernar de nuevo", se quejaba Pepa Bueno en antena.
Pero por más que Prisa patalee Rajoy no va a asomarse siquiera a ese abismo; cuanto menos a lanzarse a él.