El incidente de Curri Valenzuela con dos trabajadores de TVE en Málaga
La periodista y tertuliana de RNE denuncia que en 40 años de profesión nunca había sufrido un episodio como el que le ocurrió el lunes en el parking de la Corporación pública.
La periodista Curri Valenzuela vivió un desagradable incidente con su coche el lunes a causa de dos trabajadores de Televisión Española en Málaga, según la versión de la colaboradora de Las Mañanas de Radio Nacional.
Valenzuela acudió a los estudios del centro territorial de RTVE y aparcó en una de las plazas reservadas para trabajadores y visitas en un parking aledaño a las instalaciones. Al ser día festivo en Andalucía, relata la periodista a ESdiario, "el aparcamiento se encontraba prácticamente vacío y de las cuatro plazas disponibles solo estaba ocupada una cuando yo llegué y dejé el coche perfectamente aparcado".
Mientras la colaboradora intevenía como cada lunes en el programa de RNE que presenta Alfredo Menéndez, la grúa municipal retiró su vehículo por petición de una misteriosa llamada telefónica hecha desde los estudios de Televisión Española, tal y como recoge la denuncia que le interpusieron en el servicio municipal.
Jugaron al "yo no he sido"
Valenzuela pidió una explicación a los trabajadores que se encontraban en aquel momento en las instalaciones, que sólo acertaron a decir "yo no he sido" en un ambiente crispado por las trifulcas internas y las acusaciones de partidismo dentro del ente nacional.
No es la primera vez que los empleados afines a los sindicatos que manejan RTVE muestran su descontento ante la participación de periodistas como la propia Curri o el mediático Alfonso Rojo en sus contenidos.
Recurre al humor para pasar el mal trago
La periodista se tomó el incidente como una "broma", aunque le parece "inaudito": "De los 40 años que llevo trabajando jamás había vivido un episodio donde los trabajadores de mi empresa se dedicaran a entorpecer el trabajo", comenta.
Curri descarta que el aviso llegara desde el técnico que la acompañaba en el estudio y acusa a la redactora y al cámara que cubrían el turno de guardia desde la planta superior de RTVE de ser los responsables de esta situación, que le ha costado 190 euros de multa.
La periodista anuncia con ironía que no volverá a ese centro territorial "por si la próxima llaman a un matón".