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Doble vara en "Sálvame" con el hermano "pepero" de Toño Sanchís

El programa destaca la imputación del hermano concejal del PP del representante de la Esteban mientras se calla la del político socialista casado con su directivo.

No había nadie mejor para comentar el curriculum de Sanchís que Kiko Hernández

Publicado por
Matilde Pimentel

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Noche de esas de vivir para ver en el último tramo de Sálvame Deluxe, dedicado ahora en cuerpo y alma -dentro de un tiempo se verá quién es el siguiente- en despellejar a Toño Sanchís. El personaje, eso es cierto, se las trae. Pero quienes ahora le atacan -algunos de ellos los que más le hacían la pelota para conseguir sus servicios de representación y demás- no parecen ser los más indicados para sumarse a otra muestra del canibalismo que tanto le gusta a Adrián Madrid y Óscar Cornejo, de La Fábrica de la Tele.

Y es que ver a Kiko Hernández relatando la obra y milagros de Toño Sanchís dio para caerse del sofá por las carcajadas.

En primer lugar, y a sabiendas de que el colaborador se limitaba a leer lo escrito, ¿a nadie se le ocurrió que podían haber buscado a otra persona para resaltar en el curriculum del representante de Belén Esteban que apenas tiene estudios y trabajó como comercial de telefonía móvil?

¿Acaso Kiko Hernández tiene un CV académico y vital, hasta su entrada en Gran Hermano y posteriores derivadas, que supera el de Sanchís? ¿No había nadie mejor que un condenado por apropiación indebida para relatar las presuntas miserias de El Pelos?

Suma y sigue al destacar que el hermano de Sanchís, concejal "por el PP" en Cercedilla (Madrid) había sido imputado.

Le faltó tiempo a Sálvame para resaltar lo que se callaron sobre el novio de Paz Padilla o, más reciente todavía, el silencio pesado como una losa sobre la imputación del marido de su directivo Cornejo, el socialista Jaume Collboni, por presunto tráfico de influencias.

Le faltó tiempo a Sálvame para resaltar lo que se callaron sobre el novio de Paz Padilla o, más reciente todavía, el silencio pesado como una losa sobre la imputación del marido de su directivo Cornejo, el socialista Jaume Collboni, por presunto tráfico de influencias.

Lo más curioso es que siendo el tal Sanchís un pájaro de cuidado, a una se le despierta la simpatía al advertir lo que tiene enfrente. Pase lo de Belén Esteban, principal agraviada en esta cuestión. Pero por lo demás, para salir corriendo. El tal Fortu no merece ni comentario, empeñado en divagar y atacar a Kiko Matamoros. Y lo de Jimmy Giménez-Arnau, a grito pelado, simplemente incalificable.

Mientras tanto, el aludido a lo suyo: por lo pronto se saltó la cita con el psiquiatra que tenía prevista para el pasado jueves en un centro de salud de Majadahonda, como han señalado los compañeros de Exclusiva Digital.

Aquí queda mucho chicle por estirar. Al tiempo.