Ramoncín amenaza con llevarse "por delante" a periodistas ante Gemio
"Algunos te ven como un chulo", le respondió la periodista en su programa de Onda Cero. El cantante está crecido después de que la Audiencia Nacional le absolviera en el caso de la SGAE.
Era su primera entrevista tras conocerse la pasada semana su absolución por parte de la Audiencia Nacional de los cargos de aprobación indebida de los que se le acusaban durante su etapa de dirigente de la SGAE. José Ramón Márquez, Ramoncín, acudía a Onda Cero para charlar con Isabel Gemio en su Te doy mi Palabra, una cita que prometía y que partía de la intención personal de Gemio de resarcir a su amigo del calvario judicial y mediático sufrido durante el último año. Algo más de media hora de radio no exenta de emociones.
La entrevista no iba a defraudar porque, entre otras cuestiones un muy enfadado Ramoncín contaba haber tenido miedo real de entrar en la cárcel y confesaba haber hecho planes como "cuántos libros tengo por leer, cuánto deporte tengo que hacer...". Era la antesala de la explosión del cantante que tras una larga etapa de silencio decía hablar un en tono amenazante. "No dudes que me voy a llevar por delante a todos los que me han calumniado", le confesaba a Isabel Gemio como gran titular de sus planes futuros.
Pero la entrevista matinal iba a dar mucho más de sí. "Si yo no he matado a mi abuela, no he matado a mi abuela, pero tenía miedo que alguien hubiese puesto mis huellas en el cuchillo", de esta manera describía Ramoncín su estado de ánimo durante su imputación aunque extendía su calvario personal a 10 años atrás, remontándose al año 2006, "cuando me subí al escenario del Viña Rock y me sacan a pedradas de allí, 10 años bajo la lupa, que si la SGAE, que si ladrón, casi me matan porque tiraban piedras".
"En diciembre se murió mi perrita Cleo, que llevaba 15 años con nosotros, y escribe un hijo de puta en Facebook, una pena que se muera tu perrita pero qué pena que no te hayas muerto tú. Esto es lo más ruin"
Tras narrar sus primeras reacciones al conocer su imputación real y las charlas iniciales con sus abogados y agradecer a su letrada Amparo Arranz sus 14 horas de dedicación diarias a su caso; Ramoncín se quejaba del trato recibido por muchos medios de comunicación. "Me han puesto bajo la lupa y después de estar bajo la lupa un tribunal ha dicho que no he hecho nada reprobable. Pero mi insomnio, el disgusto, lo mal que lo ha pasado mi madre de 90 años, hermanos, familiares, mis cuatro hijos... eso no me lo quita nadie y me someten a algo tan desagradable y tan vergonzoso como que en una televisión progresista se atrevan, en esa televisión progresista, el día que llegaba a la vista a decir: Ramoncín y sus secuaces llegan a la Audiencia Nacional. Esos secuaces eran mis hijos, mis músicos y mis abogados. Eso es intolerable".
Era el momento, Gemio permanecía callada, en el que explotaba el ex dirigente de la SGAE: "Mira, el fiscal hace su trabajo, pero que los medios de comunicación, periodistas con nombres y apellidos, tertulianos, luego el ciudadano que entra en internet y no sabe uno si pega a su madre si es muy malo, si es un pederasta, no lo sabemos, hay un tipo detrás de un ordenador que dice cualquier atrocidaz, a todos esos hay que explicarles que un insulto en las redes también se puede llevar a los tribunales", avisaba el cantante.
"No dudes que señor de radio, columnista de prensa, individuo que pase esa raya pues se va a ir a ver al juez, que es una cosa muy entretenida"
Posteriormente explicaba que había conseguido lo que llama doctrina Ramoncín, por una sentencia del Tribunal Supremo con la que, dice, "me he llevado por delante a tres o cuatro medios de comunicación importantes" responsabilizándolos de insultos en los comentarios de las noticias. Preguntado por el contenido de estos escritos elegía uno como el más significativo: "En diciembre se murió mi perrita Cleo, que llevaba 15 años con nosotros, y escribe un hijo de puta en Facebook, una pena que se muera tu perrita pero qué pena que no te hayas muerto tú. Esto es lo más ruin".
Era la antesala del mensaje que quería lanzar a algunos medios de comunicación. "Me voy a llevar por delante a todo aquel que me haya calumniado o siga haciéndolo. Van a ir a ver al juez todos, a ver si son tan inocentes". "No dudes que señor de radio, columnista de prensa, individuo que pase esa raya pues se va a ir a ver al juez, que es una cosa muy entretenida: te mandan un telegrama, tienes que buscarte un procurador, un abogado, tienes una vista, te tienes que sentar allí, tienes que decirle mire yo no escribí eso y el juez te dice pero si está escrito aquí... y a ver cuántos inocentes hay en el tema del honor, porque el honor es sagrado", decía Ramoncín.
Isabel Gemio entonces advertía al cantante con un "sabes que si vas a pedir indemnizaciones te van a odiar más", a lo que respondía con firmeza: "Yo soy yo, cada uno será el hijo de quien quiera pero a mí quien me haya llamado ladrón en un medio de comunicación tendrá que ir al juez, que no tenga la menor duda". "Algunos te ven como un chulo", decía la locutora, y con cierta chulería respondía el cantante: "Allá ellos, querida". La entrevista avanzaba hacia el terreno de los daños provocados por la imputación y el polémico artista reconocía que le habían dejado de contratar, algo que veía "lógico" para después lamentar que "el lucro cesante no lo voy a recuperar nunca".
Intervención sorpresa del comisario
Y como la entrevista estaba inmersa en la sección del programa Falsos Culpables, todavía iba a dar de si mucho más. Por sorpresa intervino en el espacio, que llamó sin estar pactado al programa, el Comisario jefe de los Tedax durante los atentados del 11 de marzo de 2004, Juan Jesús Sánchez Manzano, contando su negativa experiencia durante la crisis política del atentado y ser acusado del error de atribuir la autoría del atentado a ETA. Fue un cabeza de turco, "les faltó acusarme de haber puesto las bombas y me relacionaron hasta con los terroristas", dijo, para posteriormente arremeter contra Pedrojota Ramírez, Casimiro García Abadillo y Federico Jiménez Losantos. Un final explosivo para una emotiva entrevista.