Sorpresa en Telemadrid: Vicente Vallés lidera la lista para dirigirla
La ley de la radio televisión pública madrileña está pensada para dotarla de mayor pluralidad, y ello pasa por nombrar un director general de consenso. Tres nombres lideran las quinielas.
La nueva ley promete dar un vuelco a Telemadrid que, sin duda, puede contribuir a una regeneración que es igual de necesaria en todas sus homólogas en España donde, sin embargo, la presión del entorno es infinitamente menor.
Pero también puede generar un pitote notable a efectos de coordinación y gobernabilidad en una nave rodeada siempre de tempestades. Y es que, si nada lo remedia, el reparto de consejeros entre los distintos partidos de la Asamblea se hará con una fórmula que hará que el primero y el último en votos ciudadanos tengan los mismos representantes en el nuevo Consejo… y que el segundo y el tercero, también.
Esto es, PP, Ciudadanos, PSOE y Podemos dispondrán de un consejero por formación, por mucha diferencia de votos que haya entre ellos; y además serán ‘minoría’ en un órgano en el que otros cinco ‘administradores’ no procederán de los partidos políticos, sino de organizaciones y entidades profesionales aún por definir.
Aquí viene la segunda incógnita a despejar, algo que se hará en fechas muy próximas: si las asociaciones en cuestión son autonómicas –de la Asociación de la Prensa de Madrid para abajo, con entidades deportivas regionales incluidas- o si son nacionales, en cuyo caso el nivel lo marcarán la Federación de Asociaciones de la Prensa de España y, se daría por hecho, la Academia de las Ciencias y las Artes de Televisión de España, presidida en origen por Jesús Hermida y ahora con Manuel Campo Vidal a los mandos.
Sobre el papel, la pluralidad queda muy vistosa, pero en el PP se teme con alguna razón que a la hora de bajar al terreno de juego sea muy difícil mover la pelota o que se mueva como quieran las asociaciones, “algo que puede molestar y mucho a las entidades que no entren o a los propios profesionales de dentro y de fuera, que no tienen por qué aceptar fácilmente que de repente mande una entidad u otra”, explican a ESdiario quienes mejor conocen las tripas de las negociaciones y del acuerdo.
Aunque en público todo es sutileza y discreción, en las filas populares se achaca a Ciudadanos un paisaje que, al explicarse, suena bien sin duda, pero que al aplicarse avala distorsiones y, quién sabe si entrega a terceros el control de una televisión que se quería liberar de cualquier atadura para acercarla al modelo BBC pero que, si no se cuida bien, puede acabar siendo un perro similar con un collar alternativo.
Y queda la gran pregunta por responder, la que nadie se atreve aún a plantear oficialmente pero que flota en todas las conversaciones y ronda todos los pasillos. ¿Quién sería el director general? Las quinielas son muchas y, a decir verdad, sólo hay algo claro: no será un político y se apostará, sí o sí, por un profesional de la información de reconocido prestigio, como suele decirse tirando de eufemismo.
Muchos podrían caber en esa definición, aunque no tantos tendrían el visto bueno de una mayoría o, aun teniéndolo, sería difícil seducirles para que entren voluntariamente en un avispero, por interesante que sea la experiencia. Pese a ello, tres nombres han sonado, quién sabe si como sueño prohibido, mera declaración de intenciones imposibles o candidatura formal. Son éstos: Vicente Vallés, de Antena 3 y fundador de los primeros servicios informativos de la cadena autonómica; Alfredo Menéndez, de RNE y contrastado conocedor de la realidad madrileña tras muchos años en la emisora regional de Planeta; e incluso Carlos Alsina, el espléndido autor de las mañanas de Onda Cero.
¿Hay opciones con alguno de ellos o, al final, atronará el Monólogo de Segismundo de Calderón de la Barca, aquel que terminaba con la célebre copla “¿Qué es la vida? Una ilusión, / una sombra, una ficción, / y el mayor bien es pequeño: / que toda la vida es sueño, / y los sueños, sueños son”.