El extraño regreso del gurú televisivo de Zapatero levanta sospechas
La aparición en "El Intermedio" de Wyoming y el retorno a la crítica televisiva del exconsejero delegado de La Sexta no han dejado indiferentes a algunos viejos conocidos de Contreras.
La reaparición de José Miguel Contreras, fundador de La Sexta en la que desempeñó sus labores como consejero delegado, ha causado cierta sorpresa en el sector televisivo. No tanto por el hecho en sí como por las formas elegidas para hacerse presente.
Tras su abandono de la Vicepresidencia no ejecutiva de Atresmedia -a la que llegó tras la fusión con Antena 3- en septiembre pasado, Contreras se había dedicado a sus negocios figurando como productor ejecutivo de espacios como El Intermedio de Wyoming o El Objetivo de Ana Pastor, donde su influencia en el día a día, sin embargo, es limitada.
Su salida de Atresmedia, donde no contaba con margen de maniobra por la férrea política de presupuestos impuesta por Silvio González como condición para rentabilizar La Sexta, fue acogida con alivio incluso por algunos de sus viejos conocidos.
Contreras no tenía margen de maniobra en Atresmedia, donde su salida fue vista con alivio
Por eso su aparición como "experto en comunicación no verbal" en el programa de Wyoming o el anuncio de su dedicación a la crítica de series de televisión internacionales en Infolibre han hecho levantar más de una ceja entre algunos clientes de Globomedia.
Al fin y al cabo, no faltan quienes creen que el exconsejero delegado de La Sexta no soporta el haber sido apartado de los focos con los cambios en el sector televisivo y en la política española que propiciaron la fusión de La Sexta con Antena 3 después de que la cadena verde se situase en unas pérdidas multimillonarias por una pésima gestión -atribuida en gran parte al propio Contreras- y la entrada de un Gobierno del Partido Popular con el que ya no tenía una ligazón tan destacada como en la época de José Luis Rodríguez Zapatero, cuando se le catalogó entre los "amigos de baloncesto" del expresidente y contaba con el apoyo de su exsocio Miguel Barroso, primer secretario de Estado de Comunicación del Ejecutivo socialista.
De hecho, su reaparición levanta los resquemores de quienes sospecharon su participación en los extraños enredos a varias bandas para propiciar el debate trampa contra Mariano Rajoy de El País.