Podemos también quiere poner patas arriba los Sanfermines de Pamplona
Todo lo que suene a tradición parece escocerle al partido morado. Después de las Cabalgatas y las polémicas por Semana Santa le ha tocado el turno a la fiesta grande de los pamploneses.
Kichi vuelve a hacer de las suyas en un nuevo ejemplo de que las cosas cambian según el lado de la barrera en el que uno se encuentre. "Las asociaciones de vecinos de Cádiz están en pie de guerra contra el alcalde, José María González Kichi, por obligar a una cuarentena de colectivos ciudadanos a desembolsar el gasto de electricidad de sus locales, la mayoría de propiedad municipal. Gonzalo Pando, presidente de la Federación de Asociaciones de Vecinos 5 de Abril de Cádiz, lamentó que el ayuntamiento no les ayude", señala Agustín Rivera en El Confidencial.
En Pamplona los correligionarios del alcalde de Cádiz también quieren innovar con los Sanfermines, según Juanan Jiménez en OKdiario:
"Los concejales de Podemos quieren presentar en el pleno municipal de Pamplona dos iniciativas que atacan directamente a dos tradiciones con gran arraigo en la ciudad. Por un lado, pretenden que la procesión que se celebra el 7 de julio en honor a San Fermín cambie de nombre y pase a llamarse Desfile del Día Grande de las fiestas de la ciudad. Incluso, quieren cambiar otra procesión, esta vez la del patrón de la ciudad San Saturnino (29 de noviembre) por otro: Desfile del Día de Iruña-Pamplona”.
Dicho lo cual, los medios digitales siguen elucubrando sobre los pasos que darán Podemos y PSOE después de lo sucedido el miércoles. Emilio Campmany lo ve así en Libertad Digital:
"Porque están las cosas que se dicen a la cara, que ya vemos las que son. Pero luego están las que se hacen por debajo de la mesa. Qué pronto callaron los barones socialistas cuando los de Podemos les advirtieron de que dejarían de sostener a sus gobiernos en caso de seguir dando la matraca con que el PSOE no pactara con ellos".
El asesor del PSOE Luis Arroyo, como parte interesada, valora la situación llevando el agua a su molino en Infolibre:
"En un par de meses le tocará al público hablar. Y si Podemos no se cuida mucho y el PSOE no lo hace mal, los electores habrán visto a dos jóvenes políticos bastante presentables trabajando intensamente para dar soluciones al país, frente a un político dicharachero eternamente cabreado y que se dedica a poner a parir a todo el mundo".
Quién sabe, igual en dos meses Pedro Sánchez o el PSOE ni siquiera existen según lo publicado por Segundo Sanz en Vozpopuli:
"El último análisis realizado por la consultora Stratfor Global Intelligence sobre el enredo político en España recalca que Podemos, tercera fuerza en las urnas el pasado 20 de diciembre, persigue neutralizar al PSOE -segunda opción más votada- y apropiarse de su electorado, emulando lo conseguido por sus socios griegos de Syriza con el Movimiento Socialista Panhelénico (Pasok)".
El que sí que parece que lo tiene claro es el Rey, que se ha cansado de pantomimas y de historietas tal y como relata Juande Colmenero en ESdiario:
"La agenda hace muy difícil, por no decir imposible, que el monarca inicie de inmediato una nueva ronda de contactos con los líderes de las formaciones parlamentarias tras el fracaso del socialista, teniendo en cuenta además que tras esas dos citas internacionales viene el periodo de Semana Santa. Era, en cualquier caso, un secreto a voces que ya apuntó además alguno de los líderes políticos durante la última ronda en el Palacio de la Zarzuela".
Aunque para cosas con gracia del entorno de Zarzuela, una de las excusas de la Infanta Cristina en su declaración, que desgrana Esteban Urreiztieta en El Español:
"Nos encontramos por lo tanto ante una madre que, a diferencia de lo que suele ser habitual, no se encarga ni tan siquiera de los gastos relacionados con sus propios hijos a los que asegura estar dedicada plenamente. Así, por ejemplo, los pagos de los cumpleaños de estos con cargo a Aizoon, los asume íntegramente el ex duque de Palma y deja al margen a su esposa. Que, por lo visto, se dedicaba en cuerpo y alma a sus hijos pero no quería saber nada de sus gastos".