Rajoy "ató en corto" a Évole para que no corte ni edite su entrevista: así fue
El presidente no se fía de "Salvados", y por eso quiso tomar precauciones antes de dejarse entrevistar por el periodista catalán. Fue este miércoles en La Moncloa. Su equipo está satisfecho.
Hace dos años, que Jordi Évole entrevistara a Mariano Rajoy habría sido más difícil que acertar la combinación de la Primitiva. Por entonces el Gobierno y el PP tenían castigada a La Sexta, y a programas como La Sexta Noche o Al Rojo Vivo les costaba un triunfo sentar a algún dirigente popular en sus platós.
Aquello quedó atrás. Tan atrás que este domingo Rajoy será la estrella de Salvados. "La del presidente de España en funciones se trata de una de las entrevistas más esperadas del programa a nivel nacional e internacional", afirma Atresmedia en un comunicado. Cuatro años le ha costado a Évole conseguirla.
La expectación y el morbo del cara a cara entre Rajoy y Évole se mezclan con la desconfianza de los populares hacia el periodista catalán. Ya se sabe que hay quien le teme más que a un nublado. Sin embargo, el equipo del presidente cree haber minimizado los riesgos, haberse cubierto las espaldas. De hecho están satisfechos con cómo han salido las cosas.
La entrevista se grabó en La Moncloa este miércoles a media mañana, mientras se reunían en el Congreso Pedro Sánchez y Pablo Iglesias. Según ha podido saber ESdiario duró aproximadamente una hora, lo que dura Salvados. Nada más. No es casualidad sino que fue una condición previa: con ello Rajoy se ha asegurado, o al menos eso cree, que se emitirá íntegra. Sin cortes, sin edición, que era lo que más preocupaba.
No en vano el presidente suele desenvolverse bien en las entrevistas, tiene tablas. Pero lo que hiciera después Salvados con la grabación era la parte más delicada y lo que los asesores de Rajoy querían evitar.
El asunto de la edición ya ha ocasionado algunas polémicas al programa de Évole. Por ejemplo con el cara a cara entre Pablo Iglesias y Albert Rivera. Entonces la grabación duró desde las nueve de la mañana de un viernes 9 de octubre hasta las cuatro de la tarde. Y todas esas horas quedaron reducidas a una.
Entretanto Évole y su equipo alimentan el morbo a través de Twitter con tuits como estos: