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Bronca épica en la prensa catalana por el españolismo de "La Vanguardia"

"La Vanguardia", "El Periódico", "Ara" y "Punt Avui" presumían de tener una relación entre ellos mucho más diplomática que la prensa de Madrid, casi siempre a la gresca. Pues menos mal...

Esther Vera, directora de Ara.

Publicado por
J. F. Lamata

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Los responsables de los periódicos catalanes siempre han presumido de que ellos son "mucho más moderados" que la prensa de Madrid a la hora de evitar polémicas entre medios. Juan Tapia, ex de La Vanguardia, defendía su pacifismo sobre El Periódico de Catalunya en que ambos "compartían lectores" y achacaba la crispación de los madrileños –siempre zurrándose entre ellos (El País contra El Mundo, La Razón contra ABC… etc) – a la "cercanía de estos con el poder".

Es por ese contexto pacifista de la prensa de Barcelona que un recuadro en La Vanguardia contra su compañero el diario de lengua catalana Ara suponga uno de los mayores torpedos lanzados por el periódico dirigido por Marius Carol en su historia. Detrás de la dentellada hay dos móviles: la réplica y la editorial.

"Donde las dan, las toman"

Hace unos días el diario Ara que dirige la exjefa de prensa de la consejería económica de la Generalitat, Esther Vera, dedicaba una página a arremeter contra el periódico del Conde de Godó con perlas como:

"La Vanguardia ha retornado a sus orígenes: como en los inicios de los años 80 del siglo XIX, es un negocio deficitario; como en los inicios, cuando era la voz de los liberales monárquicos, es un diario de partido (pero, ¡ay!, que de repente se ha quedado sin partido, huérfano de la fracasada UDC duranista), y como durante la mayor parte de su existencia, está reencontrando su ADN anticatalanista".

El texto del Ara viene a sostener que La Vanguardia vuelve a Gaziel (director del periódico durante la II República que acabó calificando al secesionismo como "una enfermedad de los catalanes" tras los sucesos del 34) y deja caer la idea de que intentar hacer catalanismo en castellano supone hacer españolismo en catalán. Asegura que esos intentos han fracasado recordando el fiasco que fueron los diarios pujolistas El Correo Catalán en los ochenta y El Observador en los 90 que se publicaban en castellano (es llamativo que Ara eche en cara el fracaso de periódicos catalanes en castellano teniendo en cuenta los datos que arrastra históricamente la prensa catalana en catalán ¿Quiere comparar la tirada de El Periódico y La Vanguardia con la del Punt Avui?). Y termina con un consuelo: "Los fracasos en papel se compensan con el éxito de una televisión nacional TV3". Los lametones de Ara a TV3 son en buena parte autolametones, ya que los accionistas de referencia y caras visibles del periódico son todos presentadores de TV3 (Monica Terribas, Bassas, Capdevila, Bosch, Toni Soler, Empar Moliner…etc).

Godó acostumbra a ignorar los tiros de la prensa de Madrid: el ABC le dedicó terceras de Guillermo Luca de Tena llamándole traidor, El Mundo reportajes enteros o La Razón garrotazos vía Ussía y nunca ha replicado. Pero ahora atacaban desde Cataluña, con dos cosas que han debido escocer: atribuirles ADN "anticatalán" e insinuar que son un "negocio deficitario". Esta última acusación era especialmente sangrante teniendo en cuenta el estado del periódico que atacaba. Por ello en una sección de La Vanguardia dedicada a confidencias editoriales Godó lanzaba su torpedo de réplica:

"En la prensa es habitual el trasvase de periodistas, pero no lo es en absoluto que una sección se despida en bloque para irse a la competencia como acaba de pasar en el diario Ara (…) Antes habían dejado también el rotativo dos jefes de sección de Política. Esta fuga masiva de redactores se produce en un momento en que el Ara se debate entre la línea más independentista de sus inicios y un giro hacia posiciones más moderadas (…). Seis años después de su lanzamiento a bombo y platillo, el Ara se mantiene como el cuarto diario catalán. (…). En el espacio digital, el diario Ara ocupa la novena plaza en Catalunya (comScore).

"¡Y cuando quieras vuelve a por otra, Esther!", les ha faltado decir a Carol y a Godó. Pero aparte de una pelea empresarial, está el innegable motivo editorial. La Vanguardia se empeña en pedir que el referéndum separatista se haga "pactado con el Estado", la tesis de Unió a la que repentinamente parece estar aproximándose estos últimos días Puigdemont y la ex CDC. Por el contrario, el Ara esta misma semana se descolgaba publicando en portada "las diez condiciones" para hacer posible el referéndum, diez condiciones que se resumían en decir que la consulta sólo es viable si primero se declara la independencia unilateral. Es decir más leña.

La pelea entre La Vanguardia y el Ara viene a evidenciar que los antiguos socios de Junts pel Sí (ex CDC y ERC) tienen cada uno su propia hoja de ruta, y está claro por cuál apuesta La Vanguardia y por cuál Ara.