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La ruptura de Jaime Peñafiel con Telecinco airea sus trapos sucios televisivos

El periodista y azote de la Reina Letizia acaba de fichar por Netflix después de una década vinculado a Mediaset. Detrás de él deja una hoja de servicios en Mediaset con luces y sombras.

A Jaime Peñafiel no le ha ido nada mal en Telecinco durante estos años.

Publicado por
J. F. Lamata

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El veterano periodista Jaime Peñafiel ha sido el último gran fichaje de Netflix tras su aterrizaje en España. Antes que él ya habían sido captados actores o directores como Paco León, Karra Errejalde o Javier Cámara. Netflix le ficha para que haga comentarios de la serie The Crown, sobre la realeza, un tema que el periodista domina como nadie. Pero lo más significativo de su fichaje por Netflix es que pone fin al matrimonio de casi una década de Peñafiel con Mediaset, una etapa en la que este echó por tierra gran parte de su imagen.

El periodista que quería personificar la elegancia

Jaime Peñafiel pasó de ser corresponsal de guerra (requisito indispensable para ser considerado "gran periodista" en el siglo XX) a especializarse en bodas reales, primero en la agencia Europa Press y finalmente en la revista de sociedad ¡Hola!, que había creado su colega Antonio Sánchez (Peñafiel había sido periodista en el diario franquista Patria de Granada, dirigido por Sánchez). Jaime Peñafiel pronto se convirtió en el rostro de la revista, era su "redactor jefe" y no había boda relevante de príncipe, artista o torero de la época en la que no estuviera su crónica. A Peñafiel le gustaba presumir de elegancia y clase, de poder decidir qué bodas eran o no de interés público.

Durante los años ochenta comenzaron a salir nuevas revistas del corazón o con secciones de corazón como Interviú, Diez Minutos o Pronto. Jaime Peñafiel se esmeró mucho en que no se le vinculara a ese estilo de periodismo de cotilleos, al que atacaba siempre que tenía ocasión. Peñafiel se jactaba de que él no descendía a contratar fotos vía paparazzis para vender más. Presumió por ejemplo de haberse negado a publicar un serial de la niñera de Isabel Preysler por considerar que "las historias de alcoba" no eran noticia (aquel serial acabaría en Lecturas).

Tras la ruptura de Peñafiel con la familia Sánchez y ¡Hola!, Peñafiel creó la revista La Revista que se desplomó al poco tiempo. No tuvo empachos en asegurar ante TVE que aquel proyecto fracasó porque él se negó a perder "la elegancia" por motivos éticos (dando a entender que sus rivales que le habían superado es porque sí estaban dispuestos a renunciar a ella).

De llamar "canalla" a Telecinco a formar parte de su plantilla

Durante los noventa Jaime Peñafiel se destacó como comentarista de la COPE al servicio de Encarna Sánchez. Un periodo en el que ambos atacaron con dureza la forma de hacer periodismo del corazón de la televisión, en particular de la televisión privada Telecinco. Cuando a la muerte de Encarna los programas de cotilleos de Telecinco desataron una campaña contra ella. Peñafiel se erigió en su defensor.

En 2006, en el décimo aniversario de la muerte de Encarna, Peñafiel hacía un sentido alegato desde la COPE contra Telecinco y su programa Aquí hay Tomate de Jorge Javier Vázquez.

Había otra cosa que Peñafiel echaba en cara a Telecinco, el bombo que daba a personajes de medio pelo. El veterano periodista aseguraba que las figuras importantes del periodismo social eran los miembros de las realezas europeas o las artes y no personajes como Belén Esteban, que no tenían clase como para salir en televisión, "nunca perderé mi tiempo con personajes como Belén Esteban, no quiero hablar nunca de ella", le dijo una vez a Cristina Tárrega en Telemadrid.

Pero todo cambió a partir de 2007 cuando Jaime Peñafiel fichó por la cadena Telecinco, primero con un contrato de tertuliano fijo en el programa Está Pasando y luego finalmente por un contrato por varios años por la propia cadena. A partir de ese momento Peñafiel apareció en todos los formatos de programas rosa que tanto había criticado, incluido Sálvame con Jorge Javier Vázquez. Peñafiel no tuvo problemas en sumarse a los ataques contra la difunta Encarna Sánchez.

Pero el símbolo de la evolución de Peñafiel fueron las navidades de 2009 en las que aceptó participar en un debate cara a cara con Belén Esteban. Más que un debate fue una retahíla de insultos de la "princesa de pueblo" contra Peñafiel, que apenas habló (se ve que el contrato era simplemente por estar ahí ese día, el propio Jorge Javier Vázquez recordó que por aquel debate Peñafiel cobró más que él).

Jaime Peñafiel ha permanecido nueve años en Mediaset participando en todos los formatos audiovisuales que dijo despreciar durante las décadas anteriores. Ahora abandona el grupo italiano. Probablemente volverá a reivindicarse como periodista social "elegante". En una ocasión en el programa Nada es Igual (Telecinco, 2012) exclamó: "¡Ojalá ardieran todas las hemerotecas!". Sabía bien por qué lo decía.