Herrera monta “el jaleo” en Washington ante la sorpresa del más famoso chef
El locutor de COPE “calentaba motores” el día antes de las elecciones en el restaurante de José Andrés y la presencia del almeriense llenó las mesas de su restaurante pese a las horas.
¿Has visto, te he llenado el restaurante?, decía Carlos Herrera al más internacional de nuestros cocineros, el chef José Andrés, que desde hace muchos años triunfa con un exclusivo restaurante, “El Jaleo”, en la capital de los Estados Unidos, Washington. Un restaurante que acogía este martes a parte del equipo de Herrera en COPE, que desde el principio de la semana realiza el programa desde distintos puntos de Estados Unidos con motivos de las elecciones presidenciales.
José Andrés recogía el guante lanzado por Herrera, se mostraba ciertamente sorprendido y reconocía a la audiencia: “toda esta gente ha venido a ver al monstruo de las ondas”, decía, para después agradecer la presencia del equipo de COPE en su restaurante que calificaba como “la casa de Carlos Herrera desde hace muchos años”. Y efectivamente, el ruido de fondo hacía entender que había un importante número de personas en el restaurante convertido en improvisado estudio radiofónico. Unas declaraciones que se producían cuando los primeros norteamericanos acudían a su cita con las urnas.
Carlos Herrera, que desde hace años mantiene una relación de amistad con el cocinero afianzada en los tiempos en los que el periodista almeriense residió en Estados Unidos, aprovechaba la presencia en antena del famoso chef para preguntarle sobre sus “gustos” electorales y en este aspecto el invitado lo tenía claro: “Hillary Clinton debe ganar las elecciones” y sobre todo incidía en los muchos aspectos negativos que, a su juicio, tiene el candidato republicano (y ahora ya presidente) Donald Trump.
José Andrés tiene ya abiertos seis restaurantes en los Estados Unidos -los últimos en Miami y Puerto Rico-y en el año 2012 hizo una profunda renovación en el restaurante original, en el corazón del poder político de la capital de los Estados Unidos, enmarcada en una acción empresarial de renovación integral. Desde hace años, ya no sólo se sirven platos españoles, con ingredientes españoles. También se ofrece a todos los norteamericanos y al resto del mundo -por allí pasan cientos de nacionalidades- un escaparate del diseño y arte españoles más vanguardistas. Entre tapas de jamón ibérico, pan de cristal con queso y croquetas de bacalao, los comensales pueden disfrutar también de un espectacular y colorista diseño interior realizado por Juli Capella, sillas diseñadas por Javier Mariscal y llamativos collages fotográficos de Daniel Canogar.