La principal periodista enemiga de Trump se "forra" con una jugada maestra
Aunque en las facultades de periodismo se empeñen en defender los valores del periodismo neutro es bien sabido que el enfrentamiento con un enemigo político dispara la popularidad.
Aunque en los residuos de las facultades de periodismo se empeñen en defender los valores del periodismo neutro, independiente y equidistante, es bien sabido que el enfrentamiento con un enemigo político es algo que dispara la popularidad de un periodista o presentador. Si hay un enemigo el periodista pasa a ocupar el agradable argot de héroe. En Estados Unidos lo saben bien. ¿Podría haber existido un Murrow si no hubiera tenido frente a él un 'senador McCarthy' al que combatir? Y la popularidad de Dan Rather (de la CBS, igual que Murrow) llegó a todo el mundo durante sus grescas con George Bush padre con el que llegó a debatir cara a cara, aunque fue una trifulca con George Bush hijo lo que acabó con la carrera del célebre presentador.
Durante la última campaña electoral la pugna por ser el 'periodista medio enemigo' de Donald Trump ha estado realmente disputado, porque ese puesto era pretendido por la práctica totalidad de medios audiovisuales (CNN, MSNBC, ABC...) y escritos (The New York Times, The Washington Post...). Parece un hecho que Trump supo sacar rentabilidad a esas hostilidades y en vez de presentar a los medios como la voz del pueblo, los presentó como la voz de las élites y utilizó esa casi unanimidad mediática en su contra a su favor para convencer de que votarle a él era votar contra el sistema. Para ello Donald Trump evitaba descalificar a los periodistas y se iba más contra sus propietarios: Jeff Bezos, en el caso del Post, Carlos Slim en el caso del Times, Time Warner en el caso de CNN...etc, que en mítines del millonario llegaron a ser tan aludidos como la misma Hillary Clinton.
Esa era la ventaja de Megyn Kelly. Tenía ventajas a su favor para ser señalada como enemiga periodística de Trump. Su condición de mujer y su pertenencia a un grupo mediático ideológicamente cercano al Partido Republicano daban más fuerza a las críticas de ella a Trump que las que pudieran lanzar panelistas de la MSNBC o columnistas del Post. La trifulca pública se produjo en el plató de la NBC cuando en un debate entre aspirantes republicanos, Kelly, que estaba en el plató representando a la Fox News, entró a saco con el tema del machismo:
- Megyn Kelly: "Señor Trump, ¿debería apoyársele después de las cosas que ha escrito de las mujeres? Ha comparado a las mujeres con cerdos gordos o perros".
- Donald Trump: "Sólo a Rosi O´Donnell". (Respuesta de Trump que causó de inmediato sorprendentes aplausos y vítores del público)
- Megyn Kelly: "Que quede claro que ha sido a más mujeres".
Efectivamente en seguida quedó claro que Trump aparte de ridiculizar a hombres, también ridiculizaba a mujeres y, añadiendo en estos casos tics soeces, dado que la propia Kelly se incluyó en la lista de objetivos de Trump que tuiteó ataques como decir "que sangraba y no solo por la boca". ¿Por qué con Kelly Trump atacaba al periodista y no al propietario como hacía contra la CNN y las demás? Difícilmente Trump podía presentar a Rupert Murdoch como un 'enemigo' de su candidatura, teniendo en cuenta que desde su cadena se emitía el programa de Sean Hannity, que prácticamente actuó de megáfono de la candidatura del magnate. Y fue al atacarle personalmente cuando Kelly consiguió el deseado puesto de "la principal periodista enemiga de Donald Trump".
Ahora Trump es presidente, lo que la sube aún más de rango, era cuestión de tiempo que la competencia quisiera fichar a un rostro tan valioso. Ha sido el Grupo Comcast el que se ha llevado el gato al agua con una cantidad superior a los 20 millones que es lo que Fox News la ofrecía por mantenerla. No es probable que sitúe a Megyn Kelly en su MSNBC, teniendo en cuenta la línea izquierdista de ese canal y la conservadora de Kelly, es más probable que la quiera como estrella en la NBC que anda necesitada de figuras estelares desde la humillante auto-destrucción de Brian Williams, pillado en una mentirijilla.
Eso sí, cosas de la vida, Megyn Kelly trabajará ahora en la misma cadena NBC que en el pasado catapultó a Donald Trump a la fama mundial con aquel programa de El Aprendiz. Que la vida da muchas vueltas.