Telecinco reconoce su gran fracaso y toma una medida drástica con Jordi González
Era su gran baza para dominar el prime time del fin de semana. "Telecinco apuesta por los debates", decía en su promo. Pero la audiencia está hundida y Mediaset enseña la puerta de salida...
Jordi González, en su Mad in Spain.
Ya se lo anticipábamos en ESdiario con un titular casi premonitorio: "Telecinco 'tiende una trampa' a Jordi González con un regalo envenenado para este verano", les contábamos el pasado 2 de julio para dar cuenta de la "apuesta arriesgada" para la noche de los domingos este verano, el Mad in Spain, presentado por González. Arriesgada porque si echábamos la vista atrás en lo ocurrido en Mediaset (tanto en Cuatro como en Telecinco) con este tipo de programas, la nueva apuesta podría convertirse en una trampa para el presentador catalán.
Ya en la segunda entrega del programa las cifras venían a confirmar que por mucho que Telecinco apueste por los debates, la audiencia no. También les contábamos aquí en ESdiario que la cadena "tiraba de escándalo" para tratar de levantar el share. También incorporaba nuevos contertulios, algunos de ellos polémicos, como Carlos Lozano y Alonso Caparrós o el siempre mediático, Santiago Segura. No iba a servir. Ni siquiera el siempre efectivo escándalo televisivo, con expulsión de plató incluida (a una espectadora en la grada) a gritos de "¡sivergüenza!" por parte del presentador.
La audiencia perdía dos décimas, del 10.3% del estreno al 10.1%. En su tercera semana de emisión, Mad in Spain esperaba repuntar y para ello invitaba a la siempre resultona Terelu Campos, pero ni por esas. El debate del domingo perdía los dos dígitos y se desplomaba hasta el más que preocupante 9.4% de cuota de pantalla. Algo inaceptable para Telecinco en prime time y en un costoso programa en directo.
Así que ahora, sin andarse con chiquitas, Mediaset toma la primera medida drástica, el programa se grabará -dos días antes- y dejará de emitirse en directo, matando prácticamente así a un formato que exige la "frescura" del directo. Con ello se carga la participación e interacción on line del público, las encuestas o los concursos. Es decir, la gran apuesta "del debate en directo", como vendía Telecinco, desaparece.
De esta manera, la cadena da el primer paso para fulminar de la parrilla el programa de Jordi González que, sí efectivamente, recibía una "trampa" o regalo veraniego "envenenado".