Alsina hunde en la miseria a los "pacifistas de todo a cien" de Podemos y ERC
La izquierda española y catalana ya tiene un villano al que quemar en la hoguera de la simpleza rápida. Eso sí, el recurso más "facilón" para explicar el yihadismo tiene un problema.
Un par de días después la semana comienza con los ecos de la manifestación de la "unidad" contra el terrorismo que se convirtió en una marcha politizada para ajustar cuentas con los "enemigos políticos". Con este panorama sobre la mesa Carlos Alsina sacó los colores a los que se han convertido en "pacifistas" recalcitrantes con el único objetivo de machacar al Gobierno del PP y al Rey de España.
En un duro monólogo en el Más de Uno de Onda Cero, recordó que "para algunos manifestantes (bastantes) muy visibles y muy ruidosos ésta fue, en realidad, una manifestación contra el Gobierno y contra el Rey. En cuya lista de pecados capitales incluyen ahora el tráfico de armas y la complicidad con el yihadismo. Con la coartada de denunciar la venta de armas a Arabia Saudí lo que en verdad querían hacer —e hicieron— fue poner como un trapo a Felipe de Borbón convertido por obra y gracia de los pancartistas en traficante de armas".
Recordó Alsina "la majadería máxima que se extendió como eslogan contagioso entre los consumidores de argumentarios basura y pancarta rápida. Letreros que decían: "Felipe, la paz no se hace vendiendo armas". Portado uno de ellos por un tipo que detesta las armas pero se muere de gusto cada vez que abraza a Arnaldo Otegi (Minoves se llama el tipo, fue asesor de ERC)".
El locutor hizo polvo estas proclamas tirando de ironía: "Las armas, fíjense, no son la antítesis, lo contrario, de la paz. Revelemos un secreto inconfesable a los pacifistas de todo a cien. Los Mossos abatieron a los terroristas usando armas. Las que alguien cargado de razón adquiere para que puedan usarlas en el combate contra quienes quieren matarnos. No venda usted armas pero no deje de comprarlas".
Alsina fue más allá revelando "otro secreto": "Las armas empleadas por el comando de Ripoll eran cuchillos comprados en un chino, acetona de la droguería, clavos de la ferretería y bombonas de butano. Arabia Saudí lo que nos compra son barcos a los astilleros de Cádiz, como sabe el alcalde Kichi".
En su opinión, "el problema de las armas no es venderlas, sino a quién se las vendes y para qué las usa. El régimen de Arabia Saudí es, en conjunto, bastante despreciable. Autoritario, machista, enemigo de la libertad. Empata en algunos de sus peores aspectos con su peor enemigo, que es Irán. Y ambos estados libran un pulso por el control de Oriente Medio y por la propaganda fuera de sus fronteras: ahí están las dos televisiones que emiten en España: HispanTV, la iraní, y CordobaTV, la saudí".
No obstante, "lo que pasa es que aquí se está usando a Arabia Saudí y su familia dictatorial como calzador para arremeter contra el Gobierno y contra el Estado. Como calzador y como recurso facilón para explicar el yihadismo: ¿por qué nos atropellan en la Rambla? Por culpa de Arabia Saudí. Ya tenemos un villano al que quemar en la hoguera de la simpleza rápida. Y si el villano es amigo del Estado español, villanía contagiosa. Ya tenemos contra quien hacer una manifestación, no vaya a parecer que el tal Younes, o el imán de Ripoll, o el mismísimo Al Bagdadi son más responsables del atropellamiento que el Rey de España".
El rollo de siempre: nos merecemos lo que nos pasa porque siempre es culpa nuestra. Siempre ha de ser consecuencia de algo odioso que hemos hecho nosotros antes. Bueno, nosotros no, sociedad admirable y bondadosa. Sino el Gobierno. El 11-M nos pasó por meternos en la guerra de Iraq. Lo de la Rambla nos ha pasado por vender armas.Vuestras guerras, nuestros muertos, decía la CUP, apropiándose de muertos que nunca fueron suyos e indignada, se ve, por el tremendo delito que cometemos combatiendo militarmente a Estado Islámico en Iraq. Vuestras guerras, nuestros muertos. Cuando Cataluña sea una la república independiente de la paz dejará de ser objetivo terrorista, éste es el mensaje. Nos ha pasado por culpa de la España que vende armas. Qué pueden hacer los pobrecitos terroristas sino matarnos inspirados por Arabia Saudí, sabiendo la cantidad de armas que les vendemos".