Narváez fulmina a "catetos" de Podemos y "gamberros" de la CUP en un duro texto
El periodista destroza la imagen de los partidos de izquierda destapando la cruda realidad de una "ley ilegal que parece escrita en grasientas servilletas de papel por bebedores de absenta".
El penúltimo órdago independentista en forma de ley ilegal ha provocado un nuevo incendio entre los analistas políticos y Pedro Narváez atiza de lo lindo este miércoles a los que lo apoyan y a los que titubean en un su artículo para La Razón El Buen Salvaje.
A su juicio, "el titubeo insolidario de Podemos con el asunto soberanista sólo es una muestra del cateteo. La transición española, dicen, fue un desastre, pero la transición catalana hacia una dictadura es ejemplar sin embargo. La ley ilegal del Parlament, que parece escrita en servilletas de papel por un bebedor de absenta, es el síntoma más cercano de que los totalitarismos no se enterraron con la caída del muro, sino que deviene en moda vintage".
Para Narváez, "esos folios grasientos no aguantan ni la gomina del sátrapa norcoreano, si bien éste tiene misiles nucleares y los soberanistas a los gamberros de la CUP. Nada se dice de cómo pagar la deuda ni de la paga de los pensionistas, ni de la seguridad, a pesar de que la Sagrada Familia estuvo a punto de alcanzar al fin el ímpetu espiritual de llegar al cielo en una carnicería de mártires. Incluso en esos mundos de yupi en los que se imaginan independientes la culpa de otro atentado la tendría España. Del España nos roba al España nos mata. Quién sabe si el nuevo mantra calará en su electorado pero hasta el 1 de octubre y más allá el Estado será culpable de los cuerpos derramados".
Muy duro también con los Mossos, señala que "ni el pajarito de Maduro podría dar mejores consejos a estos aprendices bolivarianos. Hasta el día fijado para el referéndum oiremos argumentos que nos helarán la sangre. No tengan la menor duda de que la investigación y la propaganda de los Mossos, tan infalibles, se usarán como leña para el procés. Cualquier cabo suelto se convertirá en la prueba de que la culpable de que Cataluña incubara radicales en Ripoll la tiene el Estado".
Y es que en su opinión, "los gendarmes de la nueva dictadura han dado órdenes expresas para sacar punta de las pesquisas y demostrar su teoría. España nos mata. Es el último escalón antes de lanzarse al precipicio de uno de esos suicidios colectivos de manual sectario. Los apoltronados quieren seguir en su trono de gusanos hasta que el hedor les corroa las fosas nasales".